INTERVENCIÓN OCCIDENTAL EN MALI
Argel justifica su ataque a la planta de gas donde permanecen varios rehenes
El Ejército argelino continuaba la operación en la planta de gas junto a la frontera libia donde un grupo jihadista mantenía secuestrados a varios occidentales. El Gobierno argelino reconoció la muerte de al menos doce rehenes y 18 secuestradores en el ataque de la víspera y lo justificó frente a las críticas de varios países. Los secuestradores ofrecieron un intercambio de rehenes por dos presos en EEUU, que Washignton rechazó.
GARA | ARGEL
Después del asalto el jueves del Ejército argelino a la planta de gas de In Amenas, donde un grupo jihadista secuestró a decenas de personas, ayer aún se mantenían las informaciones confusas y quedaban en el interior varios secuestradores y al menos doce rehenes.
Argel comenzó a dar las primeras cifras sobre las víctimas. El ministro de Comunicación de Argelia, Mohamed Said, señaló que doce rehenes argelinos y extranjeros murieron en la operación, sin precisar identidades ni nacionalidades. El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius confirmó la muerte de un ciudadano francés y fuentes oficiales estadounidenses también revelaron que uno de los fallecidos era de esa nacionalidad. Los servicios de seguridad argelinos indicaron que además murieron 18 secuestradores en un balance aún provisional.
A la vez, afirmaron haber liberado a casi 100 rehenes extranjeros de los 132 que retenían los islamistas, así como a 573 argelinos. Según fuentes de seguridad citadas por la agencia APS, la operación continuaba ayer para liberar a otro grupo de rehenes.
Los asaltantes aseguraron que mantienen todavía cautivos a siete occidentales, según comunicaron a la agencia mauritana ANI -tres belgas, dos estadounidenses, un japonés y un británico-. El jefe del comando asaltante, Abu Dujana, perteneciente al grupo «Los que firman con sangre», afirmó que los secuestradores entraron el mismo miércoles a Argelia desde Níger.
Añadió que el comando hizo explotar ayer una parte de la fábrica para impedir que el ejército argelino se aproxime.
Según el relato de los rehenes que han sido liberados, tras un ataque a un autobús de la instalación, el comando jihadista se hizo con varios vehículos y rehenes, lo que les permitió entrar a la base superando las medidas de seguridad. Afirman que iban muy bien armados y parecían conocer bien el lugar. Identificaron acento magrebí, argelino o libio. Al día siguiente, según estos relatos, al ver que el Ejército argelino tomaba posiciones, separaron a los argelinos de los extranjeros e intentaron salir con algunos rehenes en varios vehículos. Un ataque aéreo sobre estos fue el que causó las víctimas mortales, a la vez que los rehenes argelinos, presas del pánico, abandonaron el lugar sin que nadie se lo impidiera.
Argel se defiende de las críticas
El Gobierno de Argelia justificó su intervención frente a las críticas de varios países extranjeros asegurando que ha conseguido evitar un «verdadero desastre» que habría provocado pérdidas humanas y material «incalculables» con el asalto en condiciones «extremadamente complejas». Según el diario «El Watan», que citaba fuentes de seguridad, las fuerzas especiales argelinas consiguieron capturar a uno de los secuestradores.
El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, advirtió ayer que todavía «debemos estar preparados para las malas noticias». Stoltenberg reconoció que no sabe nada de la situación de ocho trabajadores noruegos de la petrolera Statoil. El Gobierno belga tampoco tenía noticia de tres de sus ciudadanos.
Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, demandó a las autoridades argelinas una «precaución extrema» para salvar la vida de los rehenes», que se encuentran todavía en una situación «extremadamente peligrosa».
El Gobierno de Japón convocó al embajador argelino en Tokio para transmitirle su preocupación por la situación de los secuestrados y calificó de «lamentable» la operación lanzada por las fuerzas armadas argelinas. Tres trabajadores japoneses de la empresa de ingeniería nipona JGC Corp han salvado la vida, pero se desconoce la suerte de otros catorce, según Suga.
El primer ministro británico, David Cameron, que canceló el esperado discurso que iba a pronunciar en Amsterdam sobre la relación de Gran Bretaña con la UE, moderó el tono crítico y aseguró que «tenemos que decir de forma absolutamente clara de quién es la culpa: son los terroristas los responsables».
El ministro francés de Interior, Manuel Valls, salió en defensa de Argel y pidió «prudencia» en las críticas a las fuerzas especiales del país magrebí.
Oferta de los secuestradores
Ayer el líder de la célula jihadista en Argelia, Mojtar Belmojtar, ofreció intercambiar a los rehenes estadounidenses en poder de su grupo por un egipcio y una paquistaní que se encuentran encarcelados en Estados Unidos -Omar Abdel-Rahman, también conocido como «el jeque ciego» y Aafia Siddiqui-.
«Estados Unidos no negocia con terroristas», respondió a la oferta la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Belmojtar, otrora uno de los dirigentes de AQMI pero que hace unos meses rompió con este grupo para crear su propia célula, también ha propuesto a «Francia y Argelia negociar el fin de la guerra que lleva a cabo Francia en Azawad», el territorio tuareg al norte de Mali.
Según la Agencia Internacional de la Energía, «el secuestro y asesinato de trabajadores extranjeros del sector energético arroja una oscura nube sobre la previsión del sector energético» argelino.
Cientos de trabajadores de compañías internacionales petroleras han sido evacuados de Argelia, según informó la empresa BP. Tres vuelos partieron el jueves y otro lo hizo ayer.
Las tropas francesas y el Ejército de Mali seguían ayer intentando avanzar hacia el norte de Mali en su ofensiva contra los islamistas que controlan el territorio tuareg de Azawad. Ayer recuperaron la ciudad de Diabaly, a 400 kilómetros al norte de Bamako. El Ministerio francés de Defensa indicó por la tarde que «no hay combates en Diabaly a esta hora», dando a entender que habían expulsado a los islamistas. «Diabaly ha sido liberada, los islamistas se han marchado, los militares franceses y malienses han entrado en la ciudad», declaró una miembro del consejo municipal. Diabaly fue tomada el lunes por los islamistas, sorprendiendo a las tropas malienses y francesas, que esperaban haber parado su avance con los bombardeos aéreos. Pero permanecieron en el lugar, aunque con mayor discreción.
El Ejército maliense anunció haber tomado también el control de Konna, a 700 kilómetros al nordeste de Bamako, ciudad que cayó el 10 de enero en manos de los jihadistas, precipitando la intervención francesa ante un más que posible avance hasta la capital de Mali. El Gobierno francés confirmó la toma de la ciudad y el Ejército de Mali dijo haber causado «importantes pérdidas al enemigo». Pero la operación se está desarrollando con lentitud, y los combates aún no han llegado a territorio tuareg, debido a que las tropas francesas se han encontrado un enemigo mejor preparado y armado de lo que tenían previsto. Más de 1.400 soldados franceses están ya presentes en Mali, un cifra que aumentará próximamente a 2.500. Además, ayer llegaron las primeras tropas de la fuerza de intervención de los países centroafricanos (Misma), que intentan apoyar al Ejército de Mali a recuperar el territorio perdido en el norte desde hace nueve meses. Cien togoleses, y nigerianos fueron los primeros soldados de un despliegue que la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (Cedeao) se comprometió ayer a acelerar. La Cedeao tratará de fijar hoy el calendario del despliegue en una cumbre extraordinaria sobre Mali, en la que también participará el Gobierno francés. Se espera un despliegue de 5.000 hombres de nueve países.
A la vez que la guerra se prevé larga, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó de que podría generar más de 700.000 nuevos refugiados y desplazados internos en un «futuro próximo».
Los datos en poder de la agencia «permiten estimar en un futuro próximo hasta 300.000 nuevos desplazados dentro de Mali y otros 407.000 en los países vecinos», declaró la portavoz de ACNUR, Melissa Fleming, durante una rueda de prensa en Ginebra. De momento, según Fleming, cerca de 147.000 malienses han huido a los países vecinos desde comienzos de este año. En este mismo periodo, se han registrado 229.000 nuevos desplazados internos. Asimismo, desde que comenzó la ofensiva aérea francesa, 2.744 personas han huido del país.
Según la portavoz, Acnur está reforzando sus equipos en la región para afrontar esta crisis. Algunos de los refugiados huidos recientemente a Burkina Faso han relatado a los equipos de ACNUR que los principales motivos que les impulsaron a escapar de sus casas fueron la falta absoluta de medios de subsistencia y el terror a la aplicación estricta de la ley islámica. GARA
El Ejército de Nigeria afirmó ayer haber detectado la presencia en ese país «de terroristas entrenados en Mali». El teniente general Azubuike Ihejitika indicó que podría explicar el reciente aumento de la actividad del grupo integrista islámico nigeriano Boko Haram. Nigeria lidera la fuerza africana que intervendrá en Mali y ayer desplazó los primeros soldados.
La ONU ha documentado numerosas violaciones de los derechos humanos en Mali, incluidas ejecuciones extrajudiciales, uso de escudos humanos, lapidaciones violaciones y tortura, por parte de los grupos islamistas armados y de fuerzas gubernamentales.
Une centenar de egipcios, sobre todo salafistas, se manifestaron ayer en los alrededores de la embajada francesa en El Cairo para protestar contra la intervención francesa en Mali acusando a París de estar «en guerra contra el Islam».
