Dos series de obras -parte de la colección propia del Guggenheim Bilbao- realizadas por los artistas Cy Twombly (EEUU, 1928-Italia, 2011) y George Baselitz (Alemania, 1938) componen la exposición «Historias de la Historia».

Exhibidas en otras ocasiones -como la retrospectiva ofrecida a Twombly en 2008, la máyor habida nunca en el Estado español- es esta la primera ocasión en que ambos autores, adscritos a los nuevos expresionismos de mitad del siglo XX, se muestran juntos. En palabras de Petra Joos, comisaria de la muestra, con ello buscan «diferentes contextos» y la posibilidad de que se den «diferentes lecturas» de los lienzos.

Los lenguajes utilizados por Baselitz y Twombly son diferentes por completo. Las similitudes devienen del hecho de crear series pictóricas como reflexión respecto a un hecho histórico.

Lenin y Stalin

George Baselitz nació en la República Democrática y terminó sus estudios en la República Federal alemana. No es extraño, por lo tanto, que sean Vladimir Ilich, Lenin, y Josef Stalin el punto de partida de su serie «La Señora Lenin y el Ruiseñor» (2008), compuesta por dieciséis óleos sobre lienzo de gran tamaño (300 x 250 cm), divididos en dos grupos de ocho.

En uno de ellos las obras han sido realizadas sobre fondo blanco con pinceladas de vivos colores; en el otro, los tonos grises y ocres se enseñorean de los paños negros.

En los dieciséis se repite el mismo motivo y la misma estructura compositiva: dos figuras masculinas invertidas, una junto a la otra, con las manos sobre los muslos y mostrando sus penes. La serie es una reinterpretación del cuadro «Los padres del artista» (1924), de Otto Dix: aquí sustituye a las figuras originales por Lenin y Stalin.

Baselitz comenzó a invertir las figuras en sus composiciones ya en la década de los 60, una manera de subvertir los convencionalismos habituales en la pintura que el explicó de este modo: «Mis composiciones del revés fueron en realidad el resultado de un largo proceso para intentar subvertir el orden normal de los pintores... A fin de cuentas, la provocación es la regla general de la historia de la pintura».

El título de cada una de las obras es un guiño a la obra de otros artistas contemporáneos.

La obra de Baselitz establece lazos con el expresionismo alemán de comienzos del XX y suele ser etiquetada como posmodernismo o neoexpresionismo.

Roma imperial

La presentación en Nueva York de la serie ahora en Bilbo, «Nueve discursos sobre Cómodo» (1963) desató contra él un sinfín de críticas nunca acalladas. Todavía en 1995, con motivo de su retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) hubo bastantes críticas mordaces lanzadas desde los círculos artísticos de la ciudad.

Cy Twombly posee un lenguaje a caballo entre el dibujo, la caligrafía y la pintura.

Enamorado de la cultura clásica y con el asesinato de Kennedy en la retina, Twombly tomó como referente histórico al emperador Aurelio Cómodo (161-192 d.C.), famoso por su locura y su muerte por asesinato.

Su realidad dialéctica, la tensión, se expresan en nueve cuadros donde, sobre fondo gris -como si fuera una pizarra- refleja motivos abstractos (desgarros, nubes, manchas rojas y blancas, espirales, garabatos) que van narrando una historia, la de Cómodo. La gama cromática, viva y furiosa, responde ya a su traslado a Italia que tan poco gustó en EEUU.

Adquiridos por el Guggenheim-Bilbao en 2007, estos nueve cuadros, «Nueve discursos sobre Cómodo», son un ciclo que es paradigma de una etapa ciertamente angustiosa en la pintura de Twombly.