«Lo principal ya ha pasado». Así lo anunció el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de Nafarroa, Javier Morrás, que ayer habló en Iruñea de las fuertes lluvias caídas durante los últimos días. Unas precipitaciones que han provocado la crecida del Ebro a su paso por el sur del herrialde.

No obstante, advirtió de que el descenso del caudal del Ebro, que el domingo provocó inundaciones en el Casco Viejo de Tutera, será «muy paulatino, por lo que no acaban de desaparecer todos los riesgos».

En este sentido, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Nafarroa (UAGN) señaló que la crecida puede provocar la rotura de un dique situado entre Fontellas y Ribaforada. Esta hipótesis fue confirmada por el propio Morrás. «No es completamente descartable», comentó.

Cerca del dique, entre Valtierra y Cadreita, el desbordamiento del Ebro, que a primera horas de la mañana sobrepasó los 7,4 metros a su paso por Castejón, mantuvo cortada la N-113, como ya ocurrió el domingo. Aguas abajo, la crecida del río cerró la NA-5202 entre Fustiñana y Ribaforada.

Incidencias en las carreteras

Los problemas de tráfico relacionados con las incidencias meteorológicas también se sucedieron en la zona norte de Nafarroa, donde el riesgo de aludes impidió que los vehículos transitaran por la NA-137 entre Burgi e Izaba.

Además, los desprendimientos de tierra derivados de las fuertes precipitaciones mantuvieron cortada la carretera NA-718 entre Lizarra y Olatzagutia; y la NA-176 entre Garde y Ansó (Huesca).

En Gipuzkoa, los principales problemas se dieron en la N-634 a su paso por Elgoibar, donde un corrimiento de tierra cerró el tráfico de automóviles en sentido Donostia, y en la N-I a la altura de Etxegarate, donde un desprendimiento cortó los dos carriles de la autovía en sentido Irun.

Por su parte, el Gobierno de Lakua desactivó el plan especial ante el riesgo de inundaciones, decisión que estuvo motivada por la «estabilización» del Zadorra, que anegó la A-4010 en el término municipal de Arratzua-Ubarrundia y la A-3322 en Erriberagoitia.

Bizkaia fue el herrialde menos perjudicado por las incidencias climáticas, ya que las lluvias solo provocaron un desprendimiento en Ibarrangelu. Curiosamente, los principales problemas estuvieron relacionados con el temporal de nieve que afecta a gran parte del centro de Europa, ya que obligó a cancelar once vuelos con destino u origen en el aeropuerto de Loiu.

De cara a las próximas horas los gobiernos de Iruñea y Lakua han activado la alerta amarilla por nieve porque se esperan nevadas por encima de los 600 metros. Esta cota podría descender mañana hasta los 400 o 300 metros.

En Ipar Euskal Herria, la Prefectura de Pirineos Atlánticos activó ayer el nivel alerta amarillo ante la previsión de fuerte oleaje en la costa.