El plazo invernal de fichajes llega a su fin y el movimiento se acelera. Con nombres ilustres en algunos casos. Como el de Joseba Arriaga, que llega al Barakaldo que, tras el fichaje de Javi Katxorro parece haber apostado por la experiencia para reforzar al equipo.

Indudable también en el caso del atacante ermuarra que, a sus 30 años, acumula una larga colección de camisetas en el baúl de los recuerdos. Empezando por la del Athletic, por cuyas categorías inferiores pasó antes de debutar en el primer equipo de la mano de Jupp Heynckes. Cerrada su etapa rojiblanca comenzó un largo periplo que le llevó por Eibar, Las Palmas, Jaén, Cádiz, Alavés, Ceuta y, la temporada pasada, Guadalajara.

El pasado verano, sin equipo, se ejercitó con el grupo de la AFE, hasta que el 31 de agosto acabó fichando por el Nástic. Pero no cuajó y, tras rescindir su contrato con la entidad catalana hace escasas jornadas, ha alcanzado ahora un acuerdo con el Barakaldo, en el que militará hasta fin de temporada.

Le deja hueco Raúl Salcedo, cuya rescisión de contrato acordaba el club gualdinegro la semana pasada. Malos días, sin duda, para la familia, porque su hermano Asier también ha abandonado el Alavés, al que había regresado en 2010 -era uno de los tres únicos supervivientes de la plantilla de la temporada pasada-. La limitación del número de futbolistas con más de 23 años ha jugado en contra del gasteiztarra, que no contaba con la confianza de Natxo González y con el que el club tuvo que alcanzar un acuerdo para tener disponible su ficha, que ocupa ahora Juanje Torrejón. El lateral gaditano llegó el jueves a Gasteiz, tras haber rescindido definitivamente su contrato con el Écija, convirtiéndose en el tercer refuerzo invernal del Alavés. El equipo, pese a su impecable trayectoria, que más ha aprovechado el plazo de fichajes, obligado en buena medida por las graves lesiones de Negredo y Miguel.

Por cierto que Juanje, pese a haber realizado apenas tres entrenamientos junto a sus nuevos compañeros, no solo debutó el domingo en Las Gaunas -y con buena actuación-, sino que lo hizo partiendo directamente en el once inicial, al igual que el guardameta Iván Crespo, que parece haber ganado la batalla de la titularidad a Urtzi, y el delantero Gorka Laborda.

Malas noticias

Otro atacante hace también las maletas, aunque en este caso lo hace para abandonar el fútbol vasco. Se trata de Ibai Ardanaz, que deja el Izarra para comprometerse con la Unión Deportiva Logroñés por lo que resta de esta temporada y la siguiente.

Pésimas noticias, sin duda, para el conjunto navarro, que pierde a su principal referente ofensivo. Palabras mayores, teniendo en cuenta que se trata del equipo menos goleador del grupo y que Ardanaz -iruindarra de 25 años que, tras pasar por las categorías inferiores de Osasuna, cumplía su cuarta temporada con la camiseta blanquiazul- había anotado una tercera parte (5 de 16) de los goles del equipo.

La baja llega, además, en el peor momento del Izarra, que ha enlazado seis derrotas -la llegada de Chechu Martínez al banquillo no ha logrado de momento el efecto deseado- para caer a la penúltima plaza, empatado a puntos con el colista, y al que incluso acompaña ya el infortunio habitual de los equipos en crisis: ha fallado sendos penaltis en las dos últimas jornadas.

Cesiones

La otra baja se ha producido en el Sestao, que ha alcanzado un acuerdo para la cesión de Adrián Güemes -llegaba a la disciplina verdinegra el pasado verano, procedente del Barakaldo- al Zamudio hasta junio. Además, el Real Unión cede a Hodei Mendinueta al Lagun Onak tras su paso por el Portugalete.