James Marsh se consagró comó un documentalista de excepción con «Man on Wire», que le valió el Oscar de su categoría hace cuatro años. En su interés por explorar perspectivas insólitas de la naturaleza humana, hizo posteriormente este otro documental sobre un experimento con monos llevado a cabo en los años 70.

El protagonista es el ejemplar bautizado con el nombre de Nim Chimpsky, al que conocemos a través de las imágenes de archivo. El estudio no fue todo lo rigurosamente científico que debería, pero permitió constatar que de nada sirve interferir en el ciclo animal, porque el lado salvaje siempre se revela. El mono aprendió algunos signos de nuestro lenguaje, pero en cuanto creció se volvió contra sus cuidadores y se negó a vivir amaestrado por los humanos bajo cautiverio.