La Policía Local de Barakaldo desmanteló ayer un núcleo de chabolas situadas junto a la fábrica de CEPSA en Lutxana, desalojando a doce jóvenes que, al parecer, tenían intención de habitar en la zona.

La operación se desarrolló entre el martes y el miércoles de esta semana. Tras el desalojo, operarios de las brigadas municipales procedieron a demoler las chabolas y limpiar el terreno.

Según explicó la concejala de Seguridad Ciudadana del municipio de Ezkerraldea, Olga Santamaría, el dispositivo policial se desplegó a las 17.30 del martes, cuando una patrulla de policías locales que patrullaban por Lutxana advirtió la presencia de dos personas sospechosas en una zona cercana con grandes arbustos.

Ambos agentes se acercaron al lugar y descubrieron el núcleo de chabolismo en un solar escondido entre las paredes de la autopista y la antigua fábrica de CEPSA, compuesta por nueve chabolas, dos de ellas finalizadas y otras siete en construcción.

Santamaría explicó que los habitáculos ya finalizados se utilizaban para el almacenaje de diversas herramientas, además de una caseta que conectaba con tuberías y válvulas de presión de agua propiedad del Consorcio de Aguas de Bilbo-Bizkaia. Siempre según la versión oficial del gobierno municipal de Barakaldo, los policías comunicaron a las personas que se encontraban allí que debían abandonar la zona, orden que cumplieron todos los allí reunidos.

Los agentes volvieron el miércoles por la mañana, comprobando que seis personas habían regresado al lugar, cuatro de las cuales intentaron huir, aunque fueron interceptados rápidamente.

Mantendrán la vigilancia

Ese control especial de la Policía Local se mantendrá durante un tiempo para evitar que se vuelvan a instalar chabolas en ese lugar. Además, Santamaría informó de la apertura de una investigación para saber si alguna de las personas identificadas durante el desalojo pudiera estar implicada en algún delito sin esclarecer.

La responsable de Seguridad Ciudadana aprovechó la rueda de prensa para loar las fuerzas de seguridad locales, de las que destacó que habían realizado «una labor extraordinaria». Además, señaló que la Policía Local mantiene una labor de patrulla por la zona, ya que, recordó, «se trata de un lugar de paso obligado por todas las personas que van de Lutxana al centro de Barakaldo, trayecto que está considerado como un punto de riesgo para la seguridad, en concreto de las mujeres».