CATALUNYA SE JUEGA SU FUTURO
La Declaración, primer paso en un largo camino hacia la consulta
Pasado el revuelo de la Declaración de Soberanía, Catalunya encara unos meses de grandes retos e incierto resultado. Por un lado, la consulta de autodeterminación y por otro, la aprobación de unos presupuestos con unos recortes que podrían dar la estocada final a unos servicios públicos bajo mínimos. En medio, un Gobierno español que no ayudará en ninguna de las cuestiones. Sin ir más lejos, Rajoy ya dejó claro ayer que la Declaración «no sirve para nada».
Beñat ZALDUA | BARCELONA
Haciendo bueno el refrán de que tras la tormenta llega la calma, Catalunya recuperó ayer la normalidad después de aprobar, el miércoles, la Declaración de Soberanía. Apenas hubo declaraciones y reacciones al pleno del Parlament. Quizás por el vértigo que ha sentido más de uno al constatar que el documento aprobado por los diputados no es más que un pequeño paso en el camino de un proceso que enfrenta grandes retos pero al que no parece posible, a estas alturas, poder ponerle freno, al menos hasta el día en que llegue la consulta.
Aprobada la Declaración, el siguiente paso del Govern -previsto para la semana que viene- será proponer un Consejo Catalán para la Transición Nacional, tal y como está previsto en el acuerdo de legislatura firmado por CiU y ERC. Paralelamente, CiU y ERC tendrán que empezar a negociar los presupuestos que los republicanos se comprometieron a aprobar, pese a que el Govern ya ha anunciado que comportarán un nuevo hachazo de 4.000 millones de euros y que pueden dar el toque de gracia a una sociedad y a unos servicios sociales al límite. Ayer mismo se supo que el paro alcanza ya al 23,94% de los catalanes.
De nuevo en el proceso soberanista, el Parlament empezará en breve a tramitar la Ley de Consultas -que en la pasada legislatura dejaron ya muy avanzada- y paralelamente tratará de buscar la manera de negociar con el Estado un referéndum jurídicamente vinculante, al estilo escocés. Todos en Catalunya asumen que el Estado denegará la posibilidad de convocar un referéndum y recurrirá al Tribunal Constitucional la Ley de Consultas.
De esta manera se habrán agotado las vías para convocar la consulta en el marco legal español. Entonces surgen las preguntas.
Se han roto ya demasiados puentes como para que CiU intente dar marcha atrás, por lo que la celebración de una consulta parece algo factible a día de hoy. La pregunta es cómo sera dicha consulta y cómo llegará el mapa político catalán a su celebración, dadas las tensiones en el seno CiU y en el PSC.
El conseller de Presidencia, Francesc Homs, dio ayer alguna pista, al señalar que no será una consulta «jurídicamente vinculante». Puede parecer una marcha atrás, pero también cabe entenderlo como un ejercicio de realismo: si el Estado español no reconoce la consulta, resulta obvio que no tendrá un efecto jurídico inmediato.
La gran incógnita que queda entonces es saber si el Govern -con el apoyo del Parlament- llevará el resultado de la consulta -siempre que sea positivo- hasta sus últimas consecuencias, dando el paso unilateral de declarar la independencia, o si CiU cederá a la tentación de decir «lo hemos intentado, pero no ha sido posible». Nadie conoce la respuesta, pero queda claro que la presión popular influirá en ella de manera determinante.
Rajoy desautoriza
Tras el silencio mantenido a lo largo del miércoles, el presidente, Mariano Rajoy, se refirió ayer desde Perú a la Declaración de Soberanía. Sin apenas gastar saliva, Rajoy se limitó a señalar que el documento aprobado por el Parlament «no sirve para nada» y a añadir que tomarán «las medidas necesarias para cumplir y hacer cumplir la ley».
En el mismo sentido se expresaron el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, que calificó el texto de «retórico y sin efectos jurídicos», y el responsable de Interior, Jorge Fernández Díaz, que repitió por enésima vez y sin demasiados aspavientos que «el Gobierno hará cumplir la ley».
La taimada reacción del Gobierno contrastó con la aparente ira de la que hicieron gala la mayoría de presidentes autonómicos del resto del Estado. «Tomadura de pelo», «cortina de humo» o «desafío a la Constitución» fueron las palabras empleadas por los dirigentes de comunidades como Murcia, País Valencià y Madrid.
En Euskal Herria, una de cal y otra de arena. Mientras Urkullu habló de «respeto» a la decisión tomada por el Parlament, el portavoz del Gobierno de Navarra, Juan Luis Sánchez de Muniáin la calificó de «inadmisible».
La nueva ley de consultas catalana se empezará a redactar la próxima semana, concretamente el 31 de enero, según anunció la presidenta del Parlament, Núria de Gispert en Catalunya Ràdio, y concretó que dará amparo a la consulta soberanista.
Los diputados Joan Ignasi Elena y Àngel Ros descartaron abandonar el PSC y dijeron no temer las sanciones que pueda acarrear su abstención. «No es un concurso para ver quién es más valiente», sino una muestra de que el partido es «plural», manifestó Elena.
El líder de Unió, Josep Maria Duran i Lleida, afirmó a Efe en Chile que el conflicto con Convergencia ha sido un «paréntesis ya cerrado» en la historia de CiU pero admitió que podría haber desembocado en una ruptura de la federación.
Parlament-eko adierazpenak hiru motako erreakzioak eragin ditu Euskal Herrian: berotasunez agurtu du ezker abertzaleak, epeltasunez EAJk zein Lakuako Gobernuak eta amorruz Nafarroako Gobernuak.
CiUren aliatua izan arren, EAJk ez du poz handiarekin hartu Katalunian lortutako akordioa. Onartua izan ostean, «errespetua» baino ez zion agertu Josu Erkorekak, eta iritzi bera eman zuen atzo Iñigo Urkullu lehendakariak. «Demokrata gisa, dagokidan bakarra errespetua adieraztea da», esan du, eta beste edozein konturekin parekatu du adierazpena, haren garrantzi historikoari erreparatu gabe.
Hori esan ostean, Katalunia eta Euskal Herria «bi nazio gertaera dira, baina errealitate ezberdina dute batak eta besteak», zehaztu du Lakuako gobernuburuak Radio Nacional de España kateak egindako elkarrizketa batean.
Alaiago hartu dute Bartzelonan gertatutakoa EH Bilduk zuzentzen dituen erakundeek. Asteazkenean bertan «senyera» paratu zuen balkoi batean Donostiako Udalak, eta Parlamentari zorionak eman zizkion Martin Garitano ahaldun nagusiak.
Ezker abertzaleak agerraldia egin zuen atzo bere poza adierazteko, baita Euskal Herrian erabakitzeko eskubidearen alde egiteko prozesua bultzatzeko ere. Pernando Barrenaren hitzetan, «norabide onean egindako urratsa da eta guretzako ere erreferentzia bada».
Bozketaren biharamunean, «gure borondatea bide horretan aurrera egitekoa badela» berretsi du ezker abertzaleak. Eta dei egin die EAJri, Geroa Bairi, ELAri «eta euskal jendartearen erabakitzeko eskubidea defendatzen duten gainontzeko indar politiko, sindikatu eta eragile sozialei, bide orria zehaztera, erabakitze eskubidearen defentsa politikoa ardatz izango duena eta helburua Euskal Herri osoaren erabakitze eskubidearen gauzatzea izango duena».
EAk zein Alternatibak txalogarritzat jo zuten Parlamentaren erabakia eta aurrera egiteko animoak eman zizkieten bertako alderdiei. Aralarren irudiko, dudarik gabe «eragin handia» izango du Euskal Herrian bertan gertatutakoak.
Guztiz kontrako iritzia agertu zuen Nafarroako Gobernuak. PPren eskuetan dauden gainerako gobernu autonomikoekin lerratuta, Parlamenteko adierazpena «onartezintzat» jo zuen Juan Luis Sanchez de Muniain eledunak. «Batasun konstituzionalaren aurkakoa da eta aldebakarreko haustura dakar», aipatu zuen.
Javier de Andres PPko Arabako ahaldun nagusiak, bere aldetik, Katalunian gertatzen ari den guztia «burugabekeria» dela uste du.
ETBn EAJk bide beretik joko duen ala ez galdetu zioten, eta ez dakiela adierazi zuen Javier de Andresek: «Egin duen bideak hori adierazten du, baina une honetan ez da hori egiten ari, eta zentzudunena deritzot».
La Red Independentistak aplaudió la Declaración de Soberasnía del Parlament de Catalunya porque es «una reivindicación democrática y constructiva», y reivindicó el protagonismo de la ciudadanía como clave del proceso independentista.
