Neofranquismo al más puro estilo cuartelario
La unidad de territorio, lengua y religión, de destino en lo universal que defendió Franco se hace patente día sí y día también en las decisiones del Gobierno del PP. De hecho, la crisis ha proporcionado una oportunidad al neofranquismo para implementar su agenda de reconquista y restitución. Una tras otra, las medidas de choque se suceden, con intención de generar conmoción, presentadas como un mal menor para evitar mayores desastres. A la contrarreforma educativa del ministro Wert, inspirada en la infame Formación del Espíritu Nacional franquista, le sucede la ley de unidad de mercado que lamina el autogobierno y lesiona la economía de las naciones del Estado. Ayer se conoció el adelanto de Ley de Acción Exterior que prepara Madrid, y de su lectura cabe extraer una conclusión obvia: más de lo mismo, un nuevo ataque, que no será el último.
El Ministerio de Exteriores español pretende tutelar la acción exterior de las autonomías, específicamente de aquellas que son un sujeto político diferenciado, con dinámicas propias de proyección internacional. Quiere llevar la política de prietas las filas hasta el punto de obligar a las autonomías, con el pretexto de la «coordinación», a una especie de petición previa, de un «permiso para salir al mundo» al más puro estilo cuartelario. Catalunya es el primer destinatario de este nuevo ejemplo de neofranquismo, máxime cuando la internacionalización de su proceso de liberación nacional entra en una fase decisiva. Y la hipótesis de un referéndum el 8 de junio de 2014, en forma de elecciones con aires plebiscitarios, con candidatura única de país por la independencia, coincidiendo con las elecciones europeas, adquiere relieve en el horizonte.
El Gobierno de Urkullu, argumentando que el catalán y el vasco son procesos diferentes -aunque ahora tan iguales- y haciendo de la «marca Basque Country» su única referencia internacional, no se ha dado por aludido. Se equivoca; achicar espacios a la política para que Euskal Herria no cruce los puentes del futuro y proclame en Europa, ante el mundo, su independencia, es algo a confrontar con total antagonismo.