La selección española de balonmano ganó el Mundial contra Dinamarca y los «no nacionalistas» nos recordaban que ser español es lo mejor del mundo. El caso es que tanta insistencia más bien demuestra que no lo tienen muy claro.

«Abc» titulaba en portada «Los mejores del mundo», porque «España borra a Dinamarca en la final (35-19) del Mundial de balonmano», por supuesto «empujada por el apoyo del público de Barcelona». En su editorial, titulado «Casta y orgullo español en Barcelona», afirmaba que los gritos de «'¡España, España!' en el Palau San Jordi demuestran el espontáneo sentimiento de orgullo de muchos catalanes tras la gesta del conjunto nacional y dejan en evidencia a quienes se empecinan en una absurda estrategia de división y enfrentamiento». Lo que demuestra ese conjunto de melonadas es el empecinamiento en hacer tragar ruedas ruedas de molino a las lectoras (y lectores, claro). Después, en su habitual ración de peloteo, se refería a la presencia del hijo del monarca español en el partido, la cual «refleja también el apoyo de la Corona a todas las manifestaciones que proyectan una imagen positiva de España en el mundo». Y no se cortaba a la hora de decir que «Una vez más, la España real deja en evidencia los dogmatismos nacionalistas». Y es que los catalanes, aunque reivindiquen su independencia, a la hora de la verdad comprenden que es mejor estar unidos, ¿verdad?

Algo así anunciaba «La Razón» el pasado sábado. Bajo un gran titular que rezaba «El valor de la unidad», se refería a la licencia única para las empresas; al «fin de la recesión», según Guindos; a la «Fiesta nacional en Barcelona», con motivo de la clasificación de la selección española para la final de balonmano, y a que «La Abogacía del Estado estudia si la declaración soberanista es inconstitucional». Ayer, el mismo periódico también se refería, por supuesto, a la victoria española... «en Barcelona» y no perdía la ocasión de dedicarle en la sección `Las caras de la noticia' una flecha hacia arriba al ministro de Educación Cultura y Deportes español, José Ignacio Wert, porque «confirmó al seleccionador, Valero Rivera, la concesión de la Medalla de Oro al Mérito Deportivo a todo el equipo». Más que empalagoso, ¿no creen?