Facciones políticas rivales se comprometieron ayer a evitar la violencia, que ha provocado en Egipto decenas de muertos durante la última semana, así como favorecer el diálogo para salir de la crisis política. Pero la oposición mantiene la convocatoria de manifestaciones de protesta contra el presidente, Mohamed Morsi, para hoy.

El Frente de Salvación Nacional (FSN), principal coalición de la oposición, el Partido Justicia y Libertad (PLJ), formación e los Hermanos Musulmanes, en el poder, grupos revolucionarios, independientes y representantes religiosos participaron en una reunión en El Cairo, promovida por Al Azhar, la más alta autoridad del islam suní.

Los intentos de impulsar el diálogo se han multiplicado en los últimos días, para poner fin a la semana de violencia que ha dejado al menos 56 muertos, en un contexto de protestas contra Morsi y el poder islamista y de grave crisis económica.

Optimismo

En el documento firmado al final de la reunión, los participantes denuncian «la violencia bajo todas sus formas» y prometen abstenerse de toda incitación a la violencia.

Además, subrayan la «responsabilidad del Estado y de su aparato de seguridad de proteger a los ciudadanos».

«Hemos salido de las conversaciones con una sensación de optimismo», a pesar de «los difíciles desafíos que afrontamos», afirmó Mohamed ElBaradei, líder del FSN. Apeló a resolver las diferencias por medios pacíficos, unos días después de haber rechazado la oferta de diálogo lanzada por Morsi.

«Todos han expresado su disposición a hacer concesiones», explicó Saad al-Katatni, líder del PLJ. «La solución de problemas de la transición democrática pasa inevitablemente por el diálogo», añadió. Un comité de los representantes de los grupos políticos y los jóvenes prepararán el diálogo «sin condiciones».