Después de siete años, Antena 3, logra ser la más vista en el mes de enero, seguida de Telecinco y de TVE, que mantiene su caída libre. Los datos mensuales son referencias de tendencias. Es una acumulación de muchas horas ofertadas que acaban sumando y restando. La guerra de acusaciones entre el duopolio estos días anteriores es porque unas décimas de más o de menos, significa en la cuenta de resultados unos millones de euros. Lo de TVE va por otros derroteros. Están perdiendo en todos los territorios, peor especialmente en los informativos, que deberían ser su fuerte debido a que son la doctrina, la manera de crear situaciones políticas engañosas. Y si van perdiendo influencia, pierden sentido. Por ejemplo, el pasado jueves, con el cuadernillo de Bárcenas, los canales que más críticos se muestran con el partido del gobierno ganaron de manera escandalosa, siendo la Sexta la que acumuló las audiencias más críticas. Datos.

Uno de los programas que acumula audiencias para Antena 3 es «El Hormiguero» que dirige y presenta Palo Motos, uno de esos personajes que invita a estrellas del universo del espectáculo pero solamente para colocarlos detrás de él, es decir, que es un fenómeno muy especial. Lo cierto es que el programa no solamente es un éxito interno, sino que tiene franquicias por muchos lugares. Yo he visto el programa en Portugal. Hay media docena de cadenas latinoamericanas que lo emiten, con el formato parecido, o incluso repitiendo señal, pero ahora ha saltado a los papeles porque la estrella de Hollywood Will Smith ha comprado los derechos para EE.UU. lo que ya le confiere otro rango bastante más importante.

El actor ha acudido varias veces a la cura de humildad con Pablo Motos, por lo tanto es conocedor de sus mecanismos, y ahora lo que dice es que está buscando un presentador para conducirlo. Y ahí encuentro yo el problema, porque debe ser difícil encontrar a alguien que sea aparentemente tan dulce y sencillo, pero que en la práctica demuestre tantas ganas de ocupar minutos y planos como Pablo Motos. Lo que gusta de «El Hormiguero» es que es auténticamente familiar, que es la manera con la que se nombra a la televisión infantiloide.