Santos eleva el tono contra las FARC en plena ofensiva militar
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, elevó el tono contra las FARC, que reclamaron una «gran campaña» para proteger la mesa de conversaciones de La Habana en uno de los momentos más críticos desde que se constituyó el 18 de octubre en Oslo. Santos amenazó con ser «más contundente» en el plano militar. Ayer, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anunció la muerte en un bombardeo de seis guerrilleros, entre los que estaría el jefe del «Bloque 5».GARA |
En plena ofensiva militar, el presidente, Juan Manuel Santos, envió un duro mensaje a las FARC, a quienes dijo que «se equivocan si creen que a través del secuestro van a presionar al Gobierno para lograr un alto el fuego. Todo lo contrario, nos estimula a ser cada vez más contundentes. Eso que quede absolutamente claro».
Sin abandonar su habitual retórica, instó a la Fuerza Pública a avanzar «con toda contundencia. La orden es clave y perentoria: ¡Con todo contra esta organización terrorista, no bajen la guardia ni un solo minuto!».
Dejó claro también que no piensa «regularizar ni humanizar la guerra, como dicen ellos. Lo que queremos es acabar con esta guerra y la mejor forma es llegar a unos acuerdos pronto».
Advirtió que acabará con el conflicto «por las buenas o por las malas. Esperamos que sea por las buenas, porque nos evitaremos mucho sufrimiento, mucha sangre, muchas vidas. Pero si no, será por las malas. Aquí no hay contemplación ninguna», exclamó.
Dentro de este repunte bélico, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anunció la muerte el jueves, en un bombardeo de la aviación, de seis guerrilleros, entre los que estaría Jacobo Arango, a quién situó como responsable del «Bloque 5» de las FARC y como una persona cercana a Iván Márquez, jefe de la delegación guerrillera.
Desde la constitución de la mesa de diálogo en octubre en Oslo ha habido al menos tres bombardeos contra campamentos de las FARC. En una declaración leída el jueves en La Habana, Márquez subrayó que, tal y como acordaron las partes, no van a valorar «el uso desmesurado de la fuerza por parte de la aviación contra nuestros campamentos». En la entrevista concedida a GARA en enero, la guerrillera holandesa Alexandra se preguntó «qué diría el mundo si la guerrilla bombardeara a la fuerza pública masivamente, por la noche cuando están durmiendo», reiterando la necesidad de un cese al fuego bilateral o de un acuerdo para regularizar la guerra y «la voluntad de paz de las FARC en su conjunto».
Una reflexión sobre la que insistió Márquez, que ayer llamó a organizar una «gran campaña» para proteger la mesa de conversaciones, «entendiendo que es preferible darle tiempo suficiente a una iniciativa de diálogo, que perpetuar la injusticia y la guerra sin otra opción».
Dirigiéndose al Gobierno, preguntó «quién ha institucionalizado el conflicto armado y la guerra sucia en Colombia, quién es el victimario en esta confrontación que viene despojando al campesino desde los años cuarenta; quién aniquiló a la Unión Patriótica; quién ha realizado las masacres o crímenes de lesa humanidad que eufemísticamente son llamados falsos positivos -la muerte de civiles haciéndolos pasar por guerrilleros muertos en combate-».
Los «noes» del Gobierno
Denunció las reiteradas negativas de Bogotá a sus demandas, entre ellas, la propuesta para que «los diálogos se desarrollaran en Colombia, de cara al país; la inclusión de Simón Trinidad, dada su enorme experiencia y su vocación en el ámbito de la reconciliación; la declaración de un cese bilateral de las hostilidades y la regularización de la guerra; la invitación al ministro de Agricultura a entablar un diálogo que permitiera esclarecer los planteamientos que en materia agraria y al ministro de Defensa y al comandante de las Fuerzas Militares para analizar la necesidad de un alto el fuego; la participación plena de la ciudadanía y la realización de una Asamblea Constituyente».
Tres oficiales de la Policía de Colombia murieron ayer en un ataque que las autoridades atribuyeron al «Frente 59» entre la localidad de Carraipía y la ciudad de Maicao, en el departamento regional de La Guajira, fronterizo con Venezuela.
El expresidente colombiano Alvaro Uribe y opositor acérrimo al proceso de diálogo que se está llevando a cabo en La Habana presentó en la ciudad caribeña de Santa Marta su estrategia político-electoral para «retomar el poder» en 2014 bajo el lema «Colombia pinesa en grande». Al acto de presentación del movimiento Centro Democrático acudieron unas 500 personas, entre ellas políticos regionales y empresarios.
«Pueden decir que mientras Dios le dé la vida y salud a este abuelo, este abuelo seguirá en la batalla. Pueden decir que nuestra gran preocupación es el país», afirmó Uribe, de 60 años, ante los medios de comunicación. Junto a él estuvieron Francisco Santos -exvicepresidente-, Carlos Holmes -exministro de Interior y de Eduación-, Oscar Iván Zuluaga -exministro de Hacienda- y Juan Carlos Vélez -senador-, a quienes presentó oficialmente como precandidatos presidenciales. «Yo confío en que ellos nos digan qué regla van a aplicar, quién será el candidato único, para que nos dediquemos a apoyarlo. Yo no soy el juez, simplemente soy un promotor, un agitador», manifestó.
Previamente a la presentación de su proyecto político, exigió al presidente, Juan Manuel Santos, que suspenda los dialógos con las FARC «mientras el grupo terrorista no libere a los policías secuestrados y mientras no se comprometa a cesar completamente las actividades armadas». La hoja de ruta de Centro Democrático también arremete contra este proceso y acusa al Gobierno de «validar mediante su silencio el secuestro, el reclutamiento de niños, la utilización de minas anti persona y el narcotráfico». GARA