Sumar tres victorias en la primera vuelta y ocupar la última plaza clasificatoria no es como para sacar pecho, sin duda. No obstante, Lagun Aro GBC no puede perder el tiempo en lamentaciones, toda vez que esa no va a ser la forma de salir del atolladero en el que se encuentra y que para llorar siempre hay tiempo de sobra.

Como dirían los Monty Python, hay que buscar el lado bueno de la vida. Por ejemplo, que visitar Málaga supone volver a la cancha que vio el primer triunfo de Gipuzkoa Basket en la Liga ACB, o que la pasada campaña Lagun Aro GBC ganaría 81-89. O, volviendo a esta temporada, que en las últimas jornadas la imagen donostiarra ha sido bastante mejor, pese a la cruel última derrota padecida ante el Estudiantes, un 79-77 producto de un palmeo sobre la bocina de Lucas Nogueira.

O bien que la escuadra malagueña está en caída libre, sumando cinco derrotas consecutivas, siendo su último triunfo liguero del pasado 23 de diciembre ante el Barcelona, de modo que ya ocupa la undécima posición, a dos victorias de la octava plaza. Ya se sabe a quién consuela el mal ajeno, pero casi todo vale antes de dejarse dominar por el desaliento.

Con todo, Sito Alonso no quiso hacer excesivo caso al momento del cuadro andaluz. «Sé que están pasando un bache y que no se han clasificado para la Copa, pero no me importa mucho lo que hacen, ya que tienen un equipo bueno, capaz de ganar al CSKA de Moscú, y un buen entrenador. No me paro a pensar en ellos porque me tengo que ocupar de mis propias cosas», afirmó.

«Agobiarse por buscar lo que nos falta para ganar no es bueno», añadía el de Monzón. «Tenemos que seguir en la línea de los últimos tiempos. Restan 15 partidos, tenemos una gran posibilidad de competir en todos, y vamos a ver si antes del parón de la Copa, vamos a poder hacer el trabajo que hemos hecho en los tres últimos partidos. Vamos a crecernos ante la adversidad, y por eso veo al equipo mejor que nunca», sentenció.