Desde la retirada de O'Neal y la decadencia -lenta- de Duncan y Garnett, es cada vez más difícil encontrar a pívots dominantes en la NBA, pero los interiores siguen siendo decisivos. Tanto Chicago Bulls como Miami Heat llegaron a esa conclusión tras caer ante Brooklyn e Indiana respectivamente por culpa de perder la pelea en la zona.

Los Bulls fueron quienes se llevaron la peor parte. La ausencia por lesión de Joakim Noah y Carlos Boozer les pasó factura ante unos Nets que vieron en los 20 puntos de Brook Lopez la forma de remontar ante los interiores suplentes rivales e imponerse 93-89.

De forma más holgada, 102-89, los Pacers dieron a los Heat la medicina del frontcourt. El pívot David West se lució en la zona con 30 puntos y 7 rechaces, superando con amplitud los 28 puntos de LeBron James, demasiado solo en un Miami que acumuló un sinnúmero de errores.

Otro interior que rindió a su mejor nivel fue Pau Gasol. El de Sant Boi regresaba a la titularidad tras la lesión de Dwight Howard, y al fin daba la talla ante unos Timberwolves espantosos en defensa: 100-111 para los angelinos con 22 puntos y 12 rechaces del mayor de los Gasol. Otra victoria basada en los pívots llegaba en Philadelphia. Los Sixers batían a Sacramento 89-80 con 23 puntos y 15 rebotes del ala-pívot Thaddeus Young.

Otro ala-pívot, Carmelo Anthony, también decantó el duelo entre los Knicks y los Bucks. Nueva York se imponía 95-86 a Milwaukee gracias a los 25 puntos de Melo, a pesar de la resistencia de otro ala-pívot, Ersan Ilyasova, que replicó con 19.

Rudy Gay brilló entre los aleros, llevando al triunfo a Toronto ante los Clippers por 98-73.