El ministro de Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, subrayó en su intervención ante la Conferencia de Seguridad que se clausuró ayer en Munich que Irán no tiene líneas rojas en las negociaciones relativas a su programa nuclear, pero que solo aceptarán una reunión con Estados Unidos si pueden estar seguros de las «auténticas intenciones del otro lado», esto es, si Washington tiene «intenciones reales de resolver la cuestión». Salehi valoró las declaraciones que realizó el sábado en el mismo foro el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, en las que afirmó que «hay margen para la negociación», aunque instó a Irán a formalizar la convocatoria.

Salehi indicó que examinaría positivamente esta oferta negociadora, «pero esta vez hace falta que la otra parte quiera hallar una solución». Asimismo, instó a Washington a dejar de utilizar una retórica amenazante.

Su petición cayó en saco roto, porque, a pesar de su oferta de la víspera, Biden endureció el tono y advirtió a Irán de que «la ventana diplomática se cierra». «La pelota está en el tejado de los iraníes. En lo que a nosotros respecta, hemos hecho y continuamos haciendo verdaderos esfuerzos para encontrar una solución diplomática a las preocupaciones de la comunidad internacional. Pero la ventana diplomática se vuelve a cerrar», declaró Biden a «Le Figaro».

Reunión en Kazajistán

El ministro de iraní anunció que el grupo5+1 (los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania) habían propuesto a Teherán una reunión el 25 de febrero en Kazajistán para retomar las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, aunque no confirmó si la había aceptado.