Una delegación birmana liderada por Aung Min, ministro adjunto al presidente, Thein Sein, se reunió ayer con los líderes de la Organización para la Independencia Kachin (KIO) en un hotel en Ruili, una ciudad china situada justo al otro lado la frontera con Myanmar. El encuentro tuvo lugar tres días después de que KIO ofreciera a las Fuerzas Armadas birmanas un nuevo alto el fuego de su brazo armado, el Ejército para la Independencia Kachin (KIA).

Según un comunicado conjunto al que tuvo acceso AFP, los participantes en la reunión coincidieron en que el objetivo de las conversaciones es lograr un «alto el fuego sólido» en el noroeste del país que ponga fin a medio siglo de conflicto.

La próxima reunión se celebrará a finales de este mes.

«Las dos partes han acordado discutir de forma amistosa y abierta», señaló Hla Maung Shwe, un mediador designado por el Gobierno. «Han acordado reunirse de nuevo, lo que creo que es positivo», indicó a AFP.

Funcionarios chinos también participaron en el encuentro, según dijo Aung Kyan Zaw, un analista cercano a KIO. «El Gobierno chino quiere que cesen los combates en la frontera, porque quiere estabilidad», manifestó desde Ruili. Además, China teme una afluencia de refugiados desplazados por la guerra en su territorio.

Desde Pekín, el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, confirmó la reunión. «Ambas partes han dado a China las gracias por su apoyo», sostuvo Hua, quien dijo que su país «continuará desempeñando un papel constructivo en las negociaciones de paz».

En Ruili se han llevado a cabo otras tres rondas de conversaciones desde el cese, en junio de 2011, del alto el fuego que permanecía en vigor durante 17 años. En total, ambas partes se han reunido ocho veces sin alcanzar un acuerdo para una tregua definitiva.

Los enfrentamientos se han intensificado desde finales de diciembre en el estado de Kachin, antes de que el Gobierno anunciara en enero un alto el fuego unilateral que no logró silenciar las armas.

En las últimas semanas, las tropas del Ejército birmano han ocupado varias posiciones estratégicas de los rebeldes en los alrededores de Laiza, bastión del KIA, en el norte, y el alto el fuego declarado en enero fue roto casi inmediatamente.

El objetivo de los rebeldes kachin es alcanzar un acuerdo político antes de que se firme ningún alto el fuego definitivo. En los últimos tiempos, el Gobierno birmano ha alcanzado acuerdos de paz con todas las guerrillas étnicas, salvo KIA.