PNV y PP confirman en Bizkaia su consenso en materia presupuestaria
El debate presupuestario en Bizkaia ha dejado más que nunca al descubierto la fragilidad del Gobierno de José Luis Bilbao, necesitado de la abstención del PP para aprobar sus cuentas. Con escasos retoques -que suponen el 0,53% del disponible departamental-, los jeltzales mantienen su modelo de gestión, criticado por EH Bildu y PSE, que les acusan de no atender las prioridades de la ciudadanía en plena crisis.
Agustin GOIKOETXEA | GERNIKA
Por mucho que ambos protagonistas lo nieguen una y otra vez, la comunión de intereses entre PNV y PP no es puntual. El «abrazo de las derechas» -como lo definió el portavoz del PSE, Iñaki Egaña- se plasmó ayer en el pleno de la Casa de Juntas de Gernika en el último acto del debate presupuestario y para hoy se aventura una nueva escenificación porque en comisión se tratará el nuevo Impuesto sobre el Patrimonio.
Como estaba pactado, el PP se abstuvo al serle aceptadas por los jeltzales diez enmiendas, por lo que las cuentas por importe de 6.578,4 millones de euros fueron refrendadas. En cada una de las nueve votaciones -una por departamento y otra para ratificar el texto articulado-, se contabilizaron los 21 votos favorables del PNV, los 20 en contra de EH Bildu y PSE -a quienes se rechazaron 92 y 27 propuestas, respectivamente-, y las 8 abstenciones del PP.
Durante dos horas, cada grupo defendió sus posturas, aunque el PP volvió a optar por hacerlo en el turno de explicación de voto, para ahorrarse el articular un discurso coherente de cara a la galería y tratar de conseguir algo de protagonismo mediático, especialmente arremetiendo contra el PSE.
Para Irune Soto, portavoz de EH Bildu, los presupuestos aprobados son «antisociales y responden a los intereses y al modelo de la derecha». La juntera soberanista cuestionó la credibilidad del PNV «cuando sostiene que no va a aplicar recortes y, a la vez, acuerda con el PP las medidas económicas».
En cambio, explicó que sus iniciativas trataban de dar respuesta a las necesidades de quien más necesita ayuda en Bizkaia y abrir un debate presupuestario real. «La apisonadora que conducen (PNV y PP) ni ha permitido ni una cosa ni la otra», lamentó.
Sociedades forales, en cuestión
Irune Soto preguntó a José Luis Bilbao cuándo piensa seguir las directrices del lehendakari Iñigo Urkullu y reducir un 20% la estructura de las sociedades forales. Recordó que esas empresas gestionan un 25% del presupuesto de la Diputación, 360 millones de euros, y que escapan al control público. «No hacen más que acumular deuda», advirtió, añadiendo que se destinarán 45 millones a la compra de acciones.
Antes de que hablara la representante de la primera fuerza de la oposición, lo hizo el portavoz del PSE, quien censuró que «no hay una apuesta clara y valiente por la inversión pública como motor de recuperación económica y sigue fiando todo a la ampliación de la deuda». Iñaki Egaña no obvió los 1.027 millones de deuda de las sociedades forales, mientras se dejan en el camino iniciativas para ayudar a los ayuntamientos o a la promoción económica en comarcas como Ezkerraldea, Enkarterriak o Busturialdea, mencionando el fiasco que ha supuesto que el PNV renuncie un ejercicio más a iniciar la construcción de la demandada variante de Ermua.
Del pacto PNV-PP dijo que «no comparten ni poseen un diagnóstico común, ni mantienen las mismas premisas ni trabajan en la misma dirección». El único objetivo, en su opinión, sería «dejar fuera de juego a los progresistas de este país mientras afianzan, unos, al gobierno municipal de Vitoria y otros al de la Diputación vizcaina».
De las maquetas al teatro
En todo irónico, Iñaki Egaña «felicitó» al diputado general «porque va a lograr que se apruebe su proyecto de presupuesto sin ningún esfuerzo, sin ninguna concesión importante a la oposición política y después de una teatralización espectacular. De las maquetas -enfatizó- ha pasado al teatro».
El apoderado del PSE insistió en que el único hecho objetivo que constata su grupo es «el cambio de cromos con el PP; que las derechas se abrazan y Bizkaia sufre un cambio de cromos y de recortes. Nada más».
Desde las filas jeltzales, Jon Andoni Atutxa respondió que en el pacto presupuestario «ha primado el sentido de la responsabilidad en beneficio de Bizkaia». Al dirigirse al PSE, le recordó sus alianzas anteriores con el PP y trató de excusar los recortes en las ayudas a organizaciones sociales y programas de promoción económica con las «limitaciones» derivadas de la crisis.
No fue tan condescendiente con EH Bildu, a quien acusó de defender un modelo que es «un retroceso histórico y no genera confianza», aludiendo, una vez más, al Gobierno foral de Gipuzkoa.