En el terreno político de Euskal Herria, pugnaron las iniciativas por superar una situación de conflicto todavía irresuelto y sus consecuencias con los intentos del Gobierno español por bloquear cualquier movimiento que pudiera suponer un avance en el nuevo tiempo.

Los propios agentes internacionales implicados en diversos ámbitos confirmaron la disposición de los activos vascos (desde ETA al colectivo de presos y refugiados y partidos políticos, particularmente en Ipar Euskal Herria) y apelaron a la responsabilidad del Gobierno español y su espectro político afín para aprovechar una oportunidad que calificaron como histórica.

En el terreno económico y laboral, 2012 dejó el desgarro de un paro galopante, de la desesperanza juvenil, de las dificultades domésticas y hasta de la muerte como fruto de los recortes o los desahucios ejecutados por los mismos bancos que recibieron protección y amparo en forma de rescate con dinero de todos ante el desastre que ellos mismos generaron.

Todo ello en un ambiente generalizado de corrupción que alcanzaba nuevos estratos de las instituciones estatales españolas y de la clase política y económica. Pocas veces se habían encendido tantos detonadores encadenados para la indignación ciudadana. Pero también para la movilización (tres huelgas generales en un año) ante el desmantelamiento de los derechos conquistados durante décadas y de los servicios públicos básicos, o como afirmación de que existen salidas reales para esta situación en clave de soberanía.

El ambiente de desánimo, recorte y escasez se extendió a todos los ámbitos de la vida, y alcanzó también a la cultura y los espectáculos. La esfera internacional no fue excepción de las convulsiones de un inicio de siglo en crisis. Guerras y tensiones extremas coparon titulares de prensa, pero compitieron también con los anhelos de países con una indiscutible personalidad histórica y cultural que aspiran directamente a la independencia. También como camino para la solución de los problemas que generan sus ataduras actuales.

Ante este estado de cosas, el anuario de GARA 2012 reúne los principales acontecimientos del año y los aborda desde diferentes puntos de vista para dotarlos de un contexto: el relato de hechos, las páginas de GARA publicadas a lo largo del año, imágenes, gráficos, claves de análisis, documentos originales y hasta el humor.

En la línea del año anterior, el anuario de esta edición sirve como instrumento de consulta directa de fechas, datos, documentos, declaraciones y estadísticas, pero también, como apunta su campaña informativa, como elemento de referencia documental -y casi notarial- ante los intentos de desvirtuar la realidad mediante el argumento de relatos diferentes. Como dice la campaña informativa, «para que no te cambien la historia».