Los rojillos visitan Son Moix
Oportunidad frente a tópico
Osasuna buscará su segunda victoria consecutiva ante un rival que estrena inquilino en el banquillo.
Amaia U. LASAGABASTER
Por cuarta vez esta temporada, Osasuna ha podido trabajar sin la presión que supone saberse en puestos de descenso. Dos victorias consecutivas, aunque separadas por el batacazo del Camp Nou, frente a rivales directos han permitido respirar a los rojillos, que confían que esta sea la bocanada definitiva.
La oportunidad parece inmejorable, porque este mes de febrero sigue ofreciendo esos duelos de doble beneficio, en los que la victoria no solo supone engordar el casillero de puntos, sino privar de los mismos a rivales directos. En este caso a un Mallorca en horas bajísimas, que frente a la inercia que quieren prolongar los navarros, tira de tópico. Joaquín Caparrós ya es historia, Gregorio Manzano se estrena hoy -es un decir, porque será su tercera etapa al frente del equipo bermellón- en el banquillo balear y uno de los lugares comunes más manidos en esto del fútbol dice que eso le asegura la victoria.
La misma que se le resiste en su estadio desde el 23 de septiembre, ahí es nada, cuando se impuso al Valencia. Claro que los números de Osasuna como visitante no son mucho más halagüeños. El equipo de José Luis Mendilibar parece marcar una línea ascendente en las últimas semanas, pero su mejoría se limita de momento al Sadar, donde acumula tres jornadas en positivo. Lejos del calor de su afición las cosas no van tan bien. Tras su triunfo en Cornellá, hace ya también un siglo, solo han sido capaces de empatar en Donostia y Getafe. De ahí en adelante, disgusto tras disgusto.
Confían en que la historia cambie esta tarde, aunque la confianza que se han llevado en las maletas sea la justa. Por esa trayectoria; también, aunque parezca un sinsentido, por la factura que podría pasar un hipotético exceso de confianza tras sacar la cabeza del descenso; y, por qué no, por el propio rival. Que es el penúltimo, sí, pero que apenas tiene cuatro puntos menos que Osasuna y en el que, el cambio de entrenador, puede traducirse en una «mayor intensidad en los jugadores». «Aunque yo les ví contra la Real -advierte Mendilibar- y también salieron muy fuertes. Luego bajaron y con la expulsión se metieron más atrás, pero sí que tuvieron intensidad».
Fuera también
Aunque al técnico zaldibartarra, es obvio, le preocupa principalmente lo suyo. «Vamos a hacer todo lo posible para ganar», asegura. «No podemos vivir solo con lo de casa -admite- porque habrá un momento en el que fallemos. De hecho, estamos donde estamos por haber fallado en casa en la primera vuelta. En la segunda hemos arrancado con dos partidos en casa en los que lo hemos hecho bien, pero no nos podemos fiar, no me vale. Hay que sumar donde sea para alcanzar el objetivo». Para que ese «donde sea» sea Mallorca, quiere a su equipo «centrado en lo que tenemos que hacer, sabiendo lo que tiene el contrario y jugando nuestro partido. Con eso me conformo».
Lo intentará sin Puñal, que jugó la segunda parte ante el Barcelona, siguió el choque frente al Celta desde el banquillo y tendrá que ver el de esta tarde por televisión. Una ausencia en la convocatoria que sorprende porque hasta estas últimas semanas el capitán lo ha jugado prácticamente todo cuando ha estado disponible, pero a la que Mendilibar no quiere dar demasiadas vueltas. «22. Cuatro se tienen que quedar fuera y él es uno de ellos». El resto intentará que hoy no se le recuerde.
Suplente ante el Barcelona, en el banquillo frente al Celta y fuera de la convocatoria para Mallorca. La ausencia de Patxi Puñal en la lista se convierte en una de las noticias más destacadas de la previa.
Cualquiera pronostica qué sucede esta tarde, teniendo en cuenta que al Mallorca le va tan mal en casa como a Osasuna en sus desplazamientos. Los bermellones no han ganado en Son Moix desde septiembre y los navarros celebraron su único triunfo como visitantes en noviembre.