La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, defendió ayer que el dispositivo de la Ertzaintza en el partido de la Selección de Euskadi y Bolivia el pasado 29 de diciembre en Anoeta fue el «adecuado», aunque reconoció «errores» en la gestión de las órdenes, destacando la ausencia de un mando «con el grado necesario y experiencia práctica» para gestionar los incidentes.

El parlamentario de UPyD y los representantes de PP y PSE fueron duros con la nueva titular de Seguridad, deslizando la idea de que había habido un intento de marcar diferencias con actuaciones de la anterior legislatura y poniendo en duda el compromiso de «tolerancia cero» con «los violenos».

Estefanía Beltrán de Heredia respondió que el dispositivo policial para el partido estaba previsto antes de que ella tomara el mando de la Consejería. El PNV apoyó a su consejera y señaló que uno de los problemas fue la existencia de dos unidades distintas destinadas «al control de masas», lo que provoca descoordinación.

Recuerdo a Cabacas

El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga criticó con dureza la actuación de quienes originaron los incidentes en Anoeta con el lanzamiento de bengalas, y quiso dejarlo claro ante otros grupos que hicieron ver la existencia de cierta connivencia. Recordó también la denuncia que realizó Esait.

Arzuaga también llamó la atención sobre el hecho de que en estas situaciones hay que apostar por la prevención, frente a quienes señalan que la Ertzaintza tuvo que ser más contundente en la represión. Aseguró que hubo parlamentarios testigos de que la acción policial en lugar de apaciguar la situación la calentó.

Recordó Arzuaga que la Ertzaintza tenía ya el antecedente de la muerte de Iñigo Cabacas, lo que originó protestas desde el PSE y cierto alboroto en las filas de PP y UPyD.