cuartos Victoria de Valencia Basket
La ausencia de English hace que Estudiantes no compita
El escolta canadiense no pudo jugar por un proceso vírico gastrointestinal. Estudiantes no pudo encajar ese golpe. Los taronja rompieron el partido en el segundo cuarto de la mano del brasileño Faverani.
VALENCIA-ESTUDIANTES
Arnaitz GORRITI
Fue un planchazo de encuentro decidido en favor de Valencia Basket. Estudiantes no estuvo ni cerca de su nivel y no compitió.
Estudiantes perdió el partido antes del mediodía. Su máximo anotador, el exbaskonista Carl English, caía enfermo por un proceso vírico gastrointestinal, de modo que causaba baja. A la vista de este grave contratiempo, Txus Vidorreta declaraba antes del duelo que «esto nos trastoca los planes, pero el equipo ha trabajado bien todo el año. La semana pasada fuimos capaces de ganar sin Kirksay en Zaragoza; si Carl no puede jugar, lo intentaremos igualmente». Lo intentaron, pero sin fe.
Con todo, quizá por el frío exterior, tampoco Valencia Basket saltó a su habitual nivel. Estudiantes invitaba a los valencianos a tirar de tres, y fallar excepto Kelati, mientras que los madrileños solo anotaban de cerca. Un intercambio de canastas al tiro libre y una sucesión de errores llevó a que un mal primer cuarto terminara 15-13.
El partido, empero, no tardaría en romperse. Varias canastas de Faverani, auténtica estrella del partido, tuvieron continuidad con dos triples de Rafa Martínez, mientras que el Estudiantes echaba de menos a English, incapaces de anotar con fluidez. La renta taronja, que atacaba con menos problemas gracias a la dirección de Markovic, llegaba a la decena, con un Faverani simplemente imparable, al que su afición agasajaba al grito de «¡MVP!». Aunque los estudiantiles intentaron engancharse de la mano de Granger y Gabriel, los de Perasovic se iban al vestuario con el luminoso 37-25 a su favor.
Recursos sin convicción
Al regreso de los vestuarios, los de Txus Vidorreta ensayaron una zona 2-3. Y el primer ataque taronja se saldó con un triple solo que Doellman anotó. La escasa intensidad de los del Ramiro atestiguaba que no tenían convicción en sus posibilidades.
Vidorreta siguió intentándolo todo, como alinear a la vez a los dos bases, Granger y Jaime Fernández, pero tampoco resultó, ya que solo Granger le echaba ganas y carácter. El resto, sobre todo unos oscurecidos Kuric, Gabriel y Kirksay, desaparecía o directamente se borraba del partido mientras que Valencia Basket abría la brecha por encima de los 15 puntos. El único problema de los de Perasovic era que tenían a varios jugadores, como Rafa Martínez, Faverani, Kelati o San Miguel, cargados de personales, pero, con 56-41 en el luminoso al final del tercer período, no parecía que ese contingente pudiera suponer mayor inconveniente para el conjunto taronja.
Por si acaso, la escuadra valenciana siguió apretando hasta alcanzar y superar los 20 puntos de ventaja. Tan poco partido había, que las aficiones se solazaban en una suerte de «batalla de cánticos» en el que «ganó» la Demencia, con sus encendidas, y aplaudidas, alusiones a la «sanidad pública», tan seriamente recortada en Madrid.
No había más historia sobre el parqué, más allá de que Estudiantes a duras penas evitaba quedar por debajo de su peor marca copera de 54 puntos.
El técnico de Valencia Basket, Velimir Perasovic, dejó claro que la victoria ante Asefa Estudiantes debe servir a los taronjas para levantar la moral después de cortar la racha de cuatro derrotas ligueras con las que llegaron a Gasteiz. El croata explicó que el triunfo ante los colegiales es una «buena e importante victoria que debe tener sus efectos positivos a la hora de recuperar la confianza».
Perasovic consideró que sus jugadores no tuvieron otro tipo de problemas como los «rebotes, recuperaciones y pérdidas» que les han llevado a la derrota en otras ocasiones y se mostró satisfecho por el rendimiento de sus hombres, especialmente el de Faverani al que calificó de jugador «determinante».
Txus Vidorreta, por su parte, comentó al acabar el partido que su rival fue «superior a todos los niveles», algo que achacó a la baja de la estrella estudiantil Carl English, enfermo de un inoportuno virus gastrointestinal. El entrenador vizcaino opinó que «fue un partido muy largo para nosotros. No hay nadie insustituible pero nos han faltado sus veinte puntos de media para llegar a los ochenta». GARA
Con el partido ya decidido, en uno de los tiempos muertos un animador solicitó los gritos de la «Demencia». Este grupo aprovechó para reclamar «sanidad pública» con sus cánticos, llevándose la solidaridad del pabellón.