Juan Carlos Ibarra 2013/2/5 DEIA
Hilillos
«Todo lo que se ha publicado es falso, salvo alguna cosa». La frase de Mariano Rajoy recuerda a aquella otra que lanzó el hoy presidente del Gobierno español cuando era ministro de Interior con Aznar, sobre el Prestige: «Lo que sale del buque son cuatro hilillos, como de plastilina». (...) Ahora, los hilillos de plastilina son las declaraciones de los cuatro pardillos que han reconocido que los asientos escritos por Bárcenas de su puño y letra son verdad en lo que a ellos concierne. Rajoy confía en que el resto del chapapote continúe en el fondo del mar, oculto a la opinión pública, para no verse ahogado por la marea negra que le auguran los autores de las falsedades y los inocentes que les creen, es decir, la ciudadanía en general. Pero si, como parece, lo que hay en las bodegas B del buque popular es un dinero tan negro como el fuel que barrió la costa cantábrica hace diez años, los hilillos acabarán convirtiéndose en cascada ascendente y Rajoy habrá hundido para muchos años a su partido y habrá salpicado al resto de la clase política, además de dejar enfangada la imagen de su España. Se dice que antes de un naufragio, las ratas abandonan el barco. Rajoy puede interpretar como quiera las filtraciones y los movimientos internos en su partido, pero si no toma medidas y se limita a la teoría de los hilillos, estará reconociendo su culpa.