CARNAVALES DE BILBO
La lluvia no frustra un desfile con «homenaje» a azkuna
Su alteza municipal. O, para abreviar, S.A.M. Así es como bilboko konpartsak conoce a Iñaki Azkuna. Y ayer dejaron claro el motivo del nombre, con un desfile de carnaval en el que el primer edil bilbotarra fue protagonista absoluto. Una enorme estatua ecuestre, sobre la que las comparsas ofrecieron diversas ofrendas, presidió una marcha repleta de color, imaginación, actualidad, y sobre todo mucha, mucha mala leche.
Mikel PASTOR
Por aquello de que Dios, de existir, debe ser de Bilbo, o quizás por pura casualidad, el mal tiempo no impidió la celebración del habitual desfile de Bilboko Konpartsak, al contrario de lo que ocurrió en Donostia, donde la tromba de agua forzó la suspensión.
la actualidad manda
Tras la efigie, el descontrol, la locura botxera y mucho humor negro. Bacanal de colores y música de las comparsas que, una tras otra, fueron pasando frente al jurado situado en la Plaza del Ayuntamiento.
Por allí desfilaron Askapeña y Mekauen! teatralizando el «entierro del capitalismo». Ahí estaban todas las plañideras que lo disfrutaron en vida: banqueros, ejecutivos, multinacionales... La crisis y sus consecuencias fueron una constante.
En Moskotarrak apostaron por el traje de etiqueta, en el sentido más literal de la palabra, tras el que se podían leer proclamas contra los recortes. Detrás, los miembros de Txori Barrote vestidos de «policía civil» -en alusión al cuerpo policial descrito por Iñigo Urkullu- bailando al ritmo de Itziarren Semeak, que interpretaron el famoso tema de Las Vulpes con una ligera variación: «Me gusta ser Iñaki Azkuna».
Y es que la actualidad ofrece infinitas variables a la ya de por sí retorcida mente comparsera. Bizizaleak celebraron el cierre de Garoña con vestidos festivos, Algara arremetió contra la ley educativa del ministro Wert con una carroza que simulaba un aula de los años 50, Pa...Ya se puso el traje de pajarito de la red social Twitter y Mamiki apostó por el disfraz que está haciendo furor este año: el look del grupo ruso Pussy Riot.
Así. con el cielo amenazando lluvia y la sonrisa en la boca, las diferentes comparsas fueron desfilando, sin prisa pero sin pausa, hacia el casco viejo, para darse otro tipo de «homenaje» más mundano.