Mensajes contra «la injerencia francesa» en la manifestación islamista en Túnez
El partido islamista tunecino Ennahda organizó ayer en Túnez una manifestación para defender «la legitimidad» del poder, en respuesta a la movilización opositora desatada por la muerte en atentado de un destacado político opositor del Frente Popular, Chukri Belaid.
GARA |
Más de 3.000 manifestantes, según los cálculos de France Presse, gritaban ayer eslóganes pro islamistas y antifranceses en la avenida Bourguiba, en pleno corazón de la capital, donde París tiene su embajada. «Francia lárgate» y «El pueblo quiere proteger la legimitidad» del poder gritaban los manifestantes, luciendo numerosas pancartas en francés que decían cosas como: «¡Francia ya basta! Túnez nunca será una tierra de colonización».
En la marcha había militantes salafistas, con sus banderas negras y eslóganes en favor de las distintas corrientes islamistas. Comenzó poco antes de las dos de la tarde con «la defensa de la legitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente» y la lucha «contra la violencia» política como lemas. La manifestación también tenía por objetivo cargar contra «la injerencia francesa», después de que el ministro francés de Interior, Manuel Valls, denunciara esta semana un «fascismo islamista» tras el atentado contra el político opositor Chukri Belaid.
La referencia de los manifestantes a la Asamblea Nacional Constituyente iba dirigida al primer ministro Hamadi Jebali, número dos de Ennahda, que el viernes pidió formar un gobierno de «tecnócratas» para salir de la crisis política, si es necesario sin el aval de la Constituyente.
Los islamistas se movilizaron al día siguiente de los funerales en Túnez de Chukri Belaid, un opositor muerto a tiros el miércoles. En el sepelio participaron decenas de miles de personas, que gritaron eslóganes contra el Gobierno de Ennahda. El atentado desencadenó una ola de violencia en el país que se cobró la vida de un policía.
El viernes, día en el que también hubo una huelga general, se desarrolló con una calma relativa, con enfrentamientos entre policías y manifestantes cerca del cementerio donde fue enterrado Belaid. También se produjeron choques en otras ciudades del país.
Un dirigente del Sindicato Nacional de Periodistas Tunecinos (SNJT), Zied el Heni, ha sido convocado por los jueces tras acusar el viernes en televisión a un alto funcionario del Ministerio de Interior de haber encargado matar a Belaid.
La muerte de este opositor, muy mediático, ha hundido el país en una crisis política y social. Las manifestaciones y los conflictos sociales, a menudo violentos, se han multiplicado desde el verano por el paro y la miseria, dos factores clave en el inicio de la revolución.
A falta de un compromiso sobre la naturaleza del futuro régimen, la elaboración de la nueva Constitución por parte de la Asamblea Nacional Constituyente sigue paralizada. Ennahda insiste en un régimen parlamentario puro, aunque sus aliados laicos y la oposición quieren un régimen mixto.
El movimiento Ekbes, que oficialmente organizó la marcha, nació el pasado agosto como un grupo de presión compuesto por dirigentes del partido gubernamental Ennahda y de otras agrupaciones
El partido gobernante tunecino Ennahda pidió ayer al Parlamento que apruebe la Ley de Protección de la Revolución para excluir de la política a los antiguos responsables del régimen de Zin el Abidín Ben Ali, durante la manifestación de apoyo al Ejecutivo. El dirigente Lutfi Zituni solicitó que se aplique dicha legislación para evitar «que regrese el partido de Ben Ali», la disuelta Reagrupación Constitucional Democrática (RCD).
Para Zituni, consejero del primer ministro Hamadi Jebali, la RCD está oculta en el partido Nida Tunis del exprimer ministro Beyi Caid Essebsi y considerada una de las principales agrupaciones de la oposición. Zituni también señaló que la violencia política cuya última víctima fue el activista opositor Chukri Belaid está organizada por «contrarrevolucionarios» del antiguo régimen que pretenden destruir el «sueño de la revolución». «Los que nos presionan quieren impulsarnos a la guerra civil», denunció junto al Teatro Municipal de Túnez, en la céntrica avenida Habib Burguiba. Pidió apoyo «a la legitimidad del Gobierno» y «la protección de la revolución». GARA
El primer ministro Hamadi Jebali amenazó con poner su cargo a disposición del presidente Marzuki en caso de que su iniciativa de formar un gobierno de «tecnócratas» no salga adelante
