El Boletín Oficial del País Vasco publicó ayer el informe de fiscalización de las cuentas del Consistorio bilbaino de 2010, en el que destaca la constatación por parte del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) del importante desfase que se produjo entre la estimación y el gasto real para la construcción del centro de ocio y cultura de la Alhóndiga, de 39 millones de euros en 2005 a los 67,1 millones cinco años después; es decir, 28,1 millones más.

No por repetido en distintos foros deja de ser grave el desfase presupuestario que detecta el TVCP, a pesar de que desde el Ayuntamiento que preside Iñaki Azkuna se argumente en su defensa que la infraestructura fue sumando nuevos equipamientos y servicios, pasando de 30.000 metros cuadrados en un único edificio a más de 43.000 en tres bloques independientes. Tal indefinición respecto al coste total del proyecto lo remarca el TVCP cuando, a noviembre de 2012, no se ve capacitado para determinar cuánto se ha invertido en las obras.

El informe centra su mirada en Alhóndiga Bilbao, partiendo de la misma encomienda de la sociedad gestora -participada al 100% por la institución local- en junio de 2005 a Ría 2000 para que acometa la construcción, advirtiendo de que aquel convenio carecía de cobertura legal.

Tampoco se pasa por alto el contrato suscrito con Philippe Starck, por el que percibió 3,8 millones de euros por el diseño estético general del emblemático centro de ocio y cultura. En cuanto a los rubricados con Bilbao Ría 2000, se echan en falta certificaciones de obras en distintos apartados. Asimismo, se advierte de la ausencia de libre concurrencia en los sucesivos contratos de los trabajos.