Trabajadoras de la ayuda domiciliaria se movilizaron ayer en Gasteiz e Irun en protesta por la situación que atraviesa el sector, uno de los más afectados por los recortes sociales. En el caso de Araba, las empleadas consideran que el sector está «herido de muerte» después de que la Diputación haya decidido sacar a concurso el servicio.

En Gasteiz, convocadas por los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT, las empleadas escenificaron un funeral junto a la iglesia de los Desamparados. Durante el mismo denunciaron que, desde 2008, el servicio de atención se ha reducido a la mitad «gastando 2 millones de euros menos cada año en él».

Asimismo, las centrales convocantes informaron de que «muchas» empresas se han presentado al concurso, «señal de que el servicio aún es negocio», puntualizaron. En este sentido, y habida cuenta de que el proceso de adjudicación no finaliza hasta junio, el sindicato LAB se pregunta qué harán hasta entonces los trabajadores, que sufren «una situación cada vez más precaria y los usuarios un servicio más reducido».

Subida de tarifas

Entretanto, en Irun, la concentración de trabajadoras de ayuda domiciliaria tuvo lugar en la plaza Urdanibia, en defensa de este «servicio público básico y de vital importancia que agoniza».

Desde el sindicato ELA denunciaron que el Ayuntamiento de Irun está «vaciando de todo contenido este servicio». Recordaron que el pasado año procedió a «revisar» las tarifas que se les cobran a los usuarios, llegando a incrementarlas hasta en un 300%, lo que «hace imposible que muchos ciudadanos puedan hacer uso de un servicio que se supone es público».

Asimismo, la central criticó que el Consistorio «ofrece un listado de empresas particulares de ayuda a domicilio, en vez de garantizar el servicio municipal» y ha llegado «a reducirlo en muchas horas».