Poco después del primer semestre del año pasado, los directivos de Kutxabank anticiparon una caída de los beneficios del 60% y, a la vez, una reducción, por lo menos en la Obra Social. Aquellos rumores se van a cumplir, lo que provoca un adelgazamiento exagerado de una de las principales señas de identidad de las cajas vascas.

Los datos iniciales de BBK, que se debatirán este jueves en la Comisión de Obra Social, confirman una caída global del 49,6% del presupuesto inicial. De 64,9 millones de gasto neto previsto en 2012 se pasa a 32,7 millones en 2013, «que es la mitad del año anterior. Es inaceptable que en estos momentos en los que las necesidades sociales son cada vez mayores, se reduzca a la mitad el dinero destinado a la Obra Social». Así lo denunció ayer Arantza Urkaregi, consejera de EH Bildu en BBK, ante el avance presupuestario que les ha remitido BBK.

El proceso de bancarización de Kutxabank tendrá «unas consecuencias nefastas» para la Obra Social, a pesar de que su presidente, Mario Fernández, había garantizado unos presupuestos sólidos. Bildu exigió, como ya hizo en Kutxa y en Vital, que «Kutxabank haga dotación a la Obra Social de las tres cajas para garantizar su continuidad. Lo mismo que se invierte en Caja Sur o en Neinor, que invierta para garantizar su futuro. Kutxabank tiene dinero, que lo invierta en Obra Social», dijo.

Dotaciones a Neinor y Sareb

Delante de la residencia Reina de la Paz de Bilbo que -como explicó Urkaregi- «es una muestra clara del desmantelamiento de la Obra Social de la BBK», lamentó que el argumento para la reducción del presupuesto sea «como consecuencia de la crisis, que ha obtenido menos beneficios». Dijo que no es posible porque «no se incluyen en esos beneficios los 128 millones que ha supuesto el Sareb (banco malo), los 77 millones en su banco malo (Neinor), o el dinero entregado a Caja Sur, al menos 200 millones». Urkaregi dijo que han salido de Kutxabank 400 millones «antes de hacer la cuentas finales, así dedica menos dinero a la Obra Social».

Los datos aportados por EH Bildu en el caso de BBK muestran un mayor desequilibrio y carencia si se toman partidas concretas. Así, dijo que «los centros de la Obra Social propia, por ejemplo, La Ola, tienen un 53% menos para repuestos y consumibles; un 20% menos para limpieza y lavandería; un 46% menos para contratar monitores y profesorado». Para las actividades de los centros de Briñas y Sukarrieta, un 71% menos, de 74.570 euros a 21.500 euros. Otros recortes que Arantza Urkaregi hizo públicos se deben a los programas para mayores, que se reducen en un 55% o una caída del 41% a las ayudas al sector primario. Asimismo, explicó que es «mentira» que los proyectos principales no vayan a sufrir estos recortes.

80% menos

Urkaregi señaló que el plan estratégico de la Obra Social «apuesta por una actuación especialmente sensible a todas las necesidades sociales que se derivan de la exclusión financiera y social». Sin embargo, Bildu tampoco advierte dónde se encuentra esa «supuesta sensibilidad», porque «se reducirá en un 80%» la ayuda a programas sociales. «En 2012 se dedican 6,5 millones y para 2013 quieren dedicar 1,33 millones. Es vergonzoso», dijo.

Admitió, por el contario, que sí hay una partida «que no se reduce: la de Etxelan, con 105.000 euros, como en 2012». Puntualizó que «es el programa que Mario Fernández se sacó de la chistera cuando le reclamamos la paralización de los desahucios. Dijo que dotaba al programa, en colaboración con Cáritas, con 7 millones. No sabemos dónde están. No aparecen por ningún lado», precisó Urkaregi.