Bahrein: dos años después del levantamiento, máxima tensión y una población movilizada
A escasos días del segundo aniversario del levantamiento popular, miles de manifestantes siguen desafiando al régimen del clan de los Jalifa, exigiendo libertad y democracia, y el fin de la segregación ejercida con puño de hierro contra la mayoría chií. La tensión sigue siendo máxima y la población sigue movilizada en una revuelta que puede exportar, agudizando el sectarismo suní-chií, aun más problemas en la región y en la peligrosa competición entre Irán y Arabia Saudí.
El minúsculo Estado bahreiní se encuentra en el Golfo Pérsico y es la base de la V Flota de EEUU con la que este proyecta su disuasión sobre Irán. Suele ser presentado como un estado árabe abierto para los negocios y las inversiones, mientras su monarquía absolutista segrega y tortura a los que considera ciudadanos de segunda clase y «marionetas de Irán». Los tanques saudíes ya ocuparon Bahrein y quedó claro que imponer una solución militar solo aumenta la ira popular. El lucrativo y miope juego imperial que apuesta por la tiranía en Bahrein ha fracasado y debe acabarse. Si no, Bahrein puede convertirse en el disparador de una tormenta con poder para engullir todo el Golfo Pérsico.