La protesta se intensifica en Bahrein en el II aniversario del levantamiento
El régimen de Bahrein, que alberga la VI flota estadounidense y reprimió con la ayuda saudí el levantamiento de febrero de 2011, afronta protestas cada vez más radicales en este aniversario. Los manifestantes exigen libertad y el fin de la discriminación contra la mayoría chií.
GARA | MANAMA
La oposición del reino sátrapa de Bahrein está intensificando sus protestas con ocasión del segundo aniversario hoy del levantamiento del 14 de Febrero, ahogado en sangre por las tropas de Arabia Saudí.
La Policía dispersó el martes a miles de manifestantes que intentaron entrar en la Plaza de la Perla, símbolo del levantamiento arrasado por el régimen en 2011. La Policía lanzó gases lacrimógenos y granadas ensordecedoras para hacer recular a los manifestantes, incluidas mujeres, que enarbolaban banderas bahreiníes.
El clandestino Colectivo 14 de Febrero ha organizado protestas que culminarán mañana viernes con un intento de recuperar la Plaza de la Perla, donde los opositores acamparon durante un mes hace dos años para reclamar reformas políticas.
El mismo grupo ha convocado para hoy una huelga general de la dignidad que coincidirá con el aniversario.
Paralelamente, la oposición tradicional, liderada por la formación chií Al-Wefaq -que organiza protestas diarias desde hace una semana- ha llamado a una manifestación el viernes en las localidades chiíes de los alrededores de Manama.
Diálogo-trampa
El régimen lanzó el domingo un nuevo diálogo nacional tras el fracaso de una tentativa similar en verano de 2011, y que fue denunciada por la oposición como un intento de marginarla y de subrepresentarla.
Al-Wefaq no discute el reinado de la dinastía suní de los al-Jalifa pero exige una monarquía constitucional y el final de la discriminación confesional, que, por ejemplo, excluye a los chiíes del Ejército.
Su portavoz, el jeque Ali Salmane, reconoce que la revuelta se ha radicalizado y que los jóvenes exigen ya el derrocamiento de un régimen que no ha hecho gesto alguno.
«El poder no ha mostrado voluntad alguna; al contrario, los arrestos y las restricciones continúan», recuerda el jeque, que denuncia que 1.800 personas siguen presas en este pequeño reino del Golfo Pérsico.
La oposición tradicional ha hecho un llamamiento al régimen para que cese en sus detenciones «como muestra de que apuesta por un diálogo serio».