Entra en vigor en Venezuela la devaluación del 32% del bolívar frente al dólar
GARA | CARACAS
El Gobierno venezolano publicó ayer en Gaceta Oficial el decreto que permite la devaluación del 32% del bolívar frente al dólar estadounidense, por lo que la moneda venezolana pasa a costar 6,30 dólares frente los actuales 4,30. El Ejecutivo defendió ayer esta devaluación, cuyo objetivo básico es la preservación de los logros sociales del Gobierno de Hugo Chávez, como una necesidad en su lucha contra lo que llamó «brote inflacionario y especulativo», y aseguró que no se producirá una subida de los precios de forma generalizada. Anunció que pondrá en circulación más dinero con el aumento del tipo de cambio, pero se aprobarán nuevas medidas para «fiscalizar y garantizar que cada divisa otorgada por el Estado tenga seguimiento».
El pasado viernes, el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, anunció que el tipo de cambio del bolívar sufriría una devaluación del 32% para suavizar la presión fiscal que acucia a la economía venezolana, y agregó que la medida se enmarca en la política monetaria que el Gobierno lanzó en 2003 para favorecer la exportación y la financiación y reducir la importación.
Esta es la quinta devaluación que acomete el Gobierno, aunque no la mayor, que tuvo lugar en enero de 2010.
La oposición denunció que en realidad se trata de una devaluación del 46% y advirtió de que contribuirá a disparar la inflación, que actualmente se sitúa en el 22%. Pero expertos como Mark Weisbrot, economista, director y fundador del estadounidense Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR), niegan que esta medida vaya a generar una «inflación galopante».
En un artículo publicado en el blog del centro el pasado viernes, Weisbrot recordó que la devaluación de enero de 2010 «no produjo un incremento en la tasa inflacionaria básica, solo un incremento temporal en la tasa de referencia, que luego cayó por más de dos años, incluso mientras el crecimiento económico se aceleró a más del 5% en 2012», y agregó que la inflación anual fue de 19,5% en 2012. En enero de 2010, «The Washington Post» predijo un 60% de inflación como resultado de la devaluación.
Admitió que se puede esperar un aumento temporal de la inflación, porque la devaluación incrementará el precio de las importaciones, «pero cuánto y por cuánto tiempo dependerá también de otras políticas del Gobierno».
Weisbrot indicó que la devaluación incrementará el costo de la huida de capitales y al hacer las importaciones más caras impulsará las industrias que compiten con las importaciones, por lo que la consideró una medida en general positiva para la economía.