«La jungla: Un buen día para morir» es una quinta entrega a la que seguirán más
Para la Fox, la franquicia iniciada con «La jungla de cristal» es una manera de dar continuidad al cine de acción de los 80, lo que será posible mientras la estrella de Bruce Willis no decaiga y el actor siga estando en forma. De paso se va preparando la obligada sucesión, representada por el joven actor australiano Jai Courtney, que hace de hijo de McClane. Un emparejamiento paternofilial que permite la vuelta a la buddy movie, que siempre da mucho juego en el género.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Bruce Willis lo lleva mejor que sus colegas Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, por la sencilla razón de que es más joven que ellos. Los estudios que todavía quieren explotar el tirón comercial del cine de acción de los 80 dependen de la supervivencia de sus estrellas, y dentro de esa competencia la Fox cuenta con la ventaja de tener bajo contrato a Bruce Willis, a quien le queda cuerda para rato. En esta quinta entrega titulada «La jungla: Un buen día para morir», el maduro actor de 56 años ha hecho un gran esfuerzo físico para protagonizar las escenas de acción personalmente, sin esconderse detrás de los dobles o de los efectos digitales. En principio prefería que la película la dirigiera Len Wiseman, responsable de la anterior entrega «La jungla 4.0». En aquel rodaje apenas tuvo trabajo, pues ya se sabe que este cineasta de la era de los videojuegos es un adicto a las imágenes generadas por ordenador.
En el 2007, se dejó la realización en manos de Wiseman porque se quería acercar al personaje de John McClane a las nuevas generaciones, y de ahí que se utilizara un lenguaje infográfico que nada tiene que ver con el analógico de los años 80. A la hora de enfocar la película del 2013, Willis sugirió que si la película madre tenía una localización cerrada en un edificio con rehenes a rescatar, ya era tiempo de globalizar el escenario y hacerlo más cosmopolita, al estilo de la saga de James Bond. Por la boca muere el pez, porque la acción se traslada a Rusia de forma espectacular y trepidante, obligando al actor a dar lo máximo durante el rodaje, que en realidad tuvo lugar en Budapest.
Para una producción de tales características, la Fox ha confiado en el estilo artesanal del irlandés John Moore, quien a su vez ha delegado en los locos del programa automovilístico de televisión «Top Gear» para diseñar las escenas de persecuciones en coche, aunque también hay una de un helicóptero que capta la atención del público.
Título Original: «A Good Day to Die Hard».
Dirección: John Moore.
Guión: Skip Woods. Intérpretes: Bruce Willis, Jai Courtney, Sebastian Koch. Fotografía: Jonathan Sela.
Música: Marco Beltrami.
País: EEUU. 2013.
Duración: 97 minutos.
El personaje de John McClane, que hizo famoso Bruce Willis con su camiseta blanca de tirantes cuando todavía tenía pelo en la cabeza, fue extraído de una novela de Roderick Thorp. La adaptación tuvo lugar en 1988 con el título original de «Die Hard», bajo la batuta del hoy defenestrado John McTiernan. «La jungla de cristal» podía haber quedado como un irrepetible clásico del cine de acción ochentero, pero la Fox prefirió convertirlo en una franquicia. Tan solo dos años después llegaba la secuela «La Jungla 2: Alerta Roja», dirigida por el finlandés Renny Harlin. McTiernan retomaba las riendas con «La jungla de cristal III: La venganza» en 1995. Para «La jungla 4.0» de Len Wiseman habría que esperar hasta el 2007. M. I.
Título original: «Gambit».
Dirección: Michael Hoffman.
Guión: Ethan Coen y Joel Coen, sobre unos relatos cortos de Sidney Carroll.
Intérpretes: Colin Firth, Cameron Diaz, Alan Rickman, Stanley Tucci, Tom Courtenay, Cloris Leachman, Togo Igawa.
País: EEUU. 2012.
Duración: 89 minutos.