El retorno del PNV al control del Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB) ya atisbaba cambios radicales en su gestión respecto a la efectuada por el PSE. Ayer se vio una muestra de ello, cuando su Consejo General tomó la decisión de renunciar a la actual licitación del contrato del nuevo sistema de gestión de tráfico y puesto de mando centralizado de Metro Bilbao.

La razón para dar marcha atrás en el concurso, es que el CTB quiere «un nuevo proceso transparente, participativo y ajustado a las actuales circunstancias económicas». Con ese comentario se pone en cuestión la licitación del año pasado, dato que queda de manifiesto cuando los actuales responsables de la entidad estiman que han existido en ese proceso «constantes dudas y consultas».

El Consorcio entiende que hay que «replantear» técnica y económicamente el proyecto del nuevo puesto de mando, y de ahí una decisión que, a buen seguro, recibirá la réplica de sus promotores. La entidad, en base a las estimaciones de sus técnicos, considera que una infraestructura de última generación como la que necesita Metro Bilbao «debería licitarse por un importe muy inferior a los 12 millones de euros establecidos en el presupuesto por los anteriores gestores».

Para alimentar aún más la polémica, se apunta que esos expertos consultados estiman que el valor de esa nueva instalación «está por debajo de los 6 millones de euros», según se encargaron de comunicar desde el Consorcio que preside el jeltzale Manu Tejada.

La previsión de los anteriores gestores, con Iñaki Prego a la cabeza, era que la nueva infraestructura entraría en servicio en 2016. Su ubicación física iba a ser el edificio que poseía EuskoTren en la calle Askao, en el Casco Viejo bilbaino. Con la entrada en servicio de la futura Línea 3 Etxebarri-Matiko, el Ejecutivo de Patxi López llegó a la conclusión de que el inmueble anexo a la estación ferroviaria, de cinco plantas, no iba a tener un uso definido, por lo que acordó cederlo al CTB a cambio de 1,9 millones de euros.

En ese edificio, el Consorcio tenía previsto instalar la nueva infraestructura de control del tráfico de trenes, telecomunicaciones, seguridad y energía del suburbano. Se trataba de la segunda, después de la que funciona desde 2000, que dio el relevo al puesto que entró en servicio en 1995 en la sede central de Metro Bilbao. Con ese nuevo puesto de mando central se pretende ahondar en la seguridad, al tiempo de servir de reserva en caso de que algún elemento del otro -ubicado en la calle Navarra- tuviera fallos.