En dos programas de Telecinco sendos concursantes han sufrido heridas, de diversa consideración diagnóstica, después de realizar saltos, a una colchoneta o a una piscina. Concursos de riesgo, se diría. Pero salvando estas circunstancias, uno encuentra que la vida social y política se podría considerar de riesgo generalizado, al menos al ir viendo en los informativos la sucesión de noticias y testimonios que colocan a cualquier individuo mínimamente seguidor de la actualidad ante unos saltos mortales y piruetas que no entra dentro de la consideración de normales.

Las escuchas detectivescas, a lo Mortadelo y Filemón, sufridas por una exnovia del hijo mayor del muy Honorable ex President de la Generalitat catalana Jordi Pujol y de la lideresa del PP catalán, en una comida en un restaurante barcelonés, inciden en una sensación de putrefacción que empieza a rebosar. Las escuchas ilegales, a-legales, legales entre comillas son prácticas relativamente normales. Aquí estamos curados de espanto, pero siempre aparecía por detrás algún aparato del Estado español cumpliendo misiones de espionaje a una formación política en concreto, pero que los partidos se espíen entre sí, es un síntoma más de la mierda en la que viven. Porque la empresa de detectives Método 3 dice que ha colaborado con casi todos los partidos. Patada a la luna con tirabuzón.

Una mierda que en el caso del dopaje se convierte en otra imagen cutre al declarar el acusador principal en el caso Eufemiano Fuentes, el exciclista del Kelme Jesús Manzano, que las bolsas de sangre se transportaban camufladas en tetrabriks de Don Simón. Es decir, no hace falta elucubraciones, se tata de una declaración demoledora porque todo lo que cuenta es verosímil, absolutamente creíble, y que cuesta entender es que todavía sea este hombre, que se desmayó en plena carrera y que tuvo problemas graves de salud por usar esos métodos, sea el único denunciante. ¿Los demás están presos todavía del miedo, deben algo a alguien? Si todos colaboraran para esclarecer esos hechos, seguramente se quedarían libres y podrían disfrutar de sus ahorros, ¿o es que temen que de confesar pueden ser inculpados y perder algo?