GARA > Idatzia > Euskal Herria

Barcina y Catalán se culpan entre sí de arrastrar a UPN a la ruptura

Los dos aspirantes a dirigir UPN se lanzaron acusaciones mutuas sobre quién es el culpable de la ruptura interna. Ambos airearon el conflicto interno aprovechándose de que había un pleno en el Parlamento. La vía de consenso articulada por Miguel Sanz no ha logrado relajar la contienda, mientras que el Consejo Político se perfila como última oportunidad de acuerdo.

p014_F01.jpg

Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

La disensión en el seno de UPN ya no se intenta de ocultar. Tanto la presidenta Yolanda Barcina como el aspirante Alberto Catalán han decidido aprovechar cada micrófono para venderse ante los militantes y, para ello, optan por atacar al contrincante. Ayer, en su entrada al Parlamento, ambos se acusaron mutuamente de haber roto el acuerdo que hubiera permitido una lista única al Congreso del 17 de marzo. La intentona lanzada por Miguel Sanz y Carlos García Adanero (secretario general del partido) de resucitar el acuerdo en el consejo del día 22 no está logrando, al menos por ahora, el efecto esperado.

Catalán y Barcina acudieron por la mañana al Parlamento, dado que había pleno. El presidente de la Cámara aprovechó la presencia de los medios para lanzar el siguiente mensaje: «Las últimas declaraciones vienen a evidenciar quién había roto el acuerdo, un acuerdo que fue alcanzado con testigos». Acto seguido, se postuló como el dialogante, como una persona «generosa que busca sobre todo la unidad». Asimismo, insistió en que, «no hay ambición personal, al menos por mi parte».

«Quien decidió presentarse candidato la semana pasada no fui yo, fue otra persona», le replicó la presidenta navarra, accediendo a airear su malestar. Barcina también se mostró dispuesta al diálogo, pero poniendo unas condiciones un tanto subjetivas antes de sentarse a la mesa. Aseguró que es necesario que haya «confianza» y que «funcione al día siguiente de ser acordado».

Un camino intermedio

La aguda crisis interna preocupa y mucho al aparato del partido. Las filtraciones a la prensa de pactos entre catalinistas y de cónclaves organizados por Barcina en su casa y en Fitero, están siendo constantes. Además, el presidente del Parlamento y la presidenta del Gobierno están haciendo uso de su cargo institucional a diario para lanzar mensajes en clave electoral. Y eso está dañando la imagen de una formación que parecía, hasta ayer, imbatible en Nafarroa.

Para evitar este desgaste de UPN, Sanz y Adanero idearon una estrategia que calmara las aguas. Su idea es recuperar con algún retoque el pacto que Barcina no firmó (y que le quita, pese a los retoques, prácticamente todo el poder sobre el partido mientras siga al frente de la Diputación) en el Consejo Político del día 22. Su intención es convertir esa cita, casi rutinaria, en una especie de plebiscito en el que arrinconar al rival que parece más débil: Barcina. En el Consejo Político se dan cita 232 cargos de UPN, un número lo suficientemente amplio como para vislumbrar quién será el ganador del IX Congreso del partido, donde votarán unos 4.000 afiliados.

Buena parte de los líderes históricos del partido han salido ya en defensa de esa tercera vía que evite un choque de trenes en marzo. Por eso, los mensajes que ayer se lanzaban Barcina y Catalán -hablando de la necesidad de acuerdo, mientras se atacan entre sí- sonaron algo incongruentes. La clave está en que si los militantes del partido perciben a uno de los dos como el origen de la discordia, perderá apoyos.

El consejo político del día 22, donde se atarán las últimas enmiendas, parece la última oportunidad de recomponer el partido. Sanz y Adanero han conseguido que tanto Catalán como Barcina tengan que exponer públicamente sus razones para este enfrentamiento. Lo harán a puerta cerrada. El problema radica en que no se trata de un conflicto personalista, sino que lo que subyace es un duelo de corrientes, entre quienes buscan al PSN como aliado y quienes se dejan llevar por su afinidad ideológica y las buenas relaciones en Madrid, que están más cómodos con el PP.

El trasfondo de la corrupción

UPN no está solo tocado por la crisis, los recortes, su minoría parlamentaria y la pelea interna. Además, están los casos de corrupción. Barcina fue denunciada ante la Fiscalía por Kontuz por un presunto uso de información privilegiada. Asimismo, la instrucción que lleva a cabo la juez María Paz Benito sobre la caja se dirige contra Miguel Sanz, principal bastón de la candidatura de Catalán. Ayer, el caso dio un paso adelante cuando juez Eloy Velasco consultó a la Fiscalía para arrancar con la instrucción sobre la salida a bolsa.

Barcina aseguró que está a la espera de «ver qué sale». Catalán tampoco quiere mojarse y confió en que, de esta forma, «se esclarezcan todas las situaciones que se han dado en Banca Cívica». Por su parte, el líder del PSN, Roberto Jiménez, aseguró que la Fiscalía podrá llegar al fondo de la cuestión.

La oposición tumba otra ley a Barcina sobre la exclusión sanitaria

Bildu, Aralar-NaBai, I-E y el PSN han aprobado una ley para garantizar que todos los residentes en Nafarroa tengan derecho a una asistencia sanitaria completa, derogando así la decisión de UPN de restringir el acceso de los inmigrantes, a quienes solo permitía acceder a las urgencias. Esta nueva norma choca además con la dinámica impuesta por el Gobierno de Madrid, pero los partidos impulsores de esta ley entienden que Nafarroa tiene competencias suficientes como para gestionar con su propio criterio el sistema sanitario. A pesar de la extrema importancia de la ley que salió ayer adelante, es muy probable que UPN no la ponga en práctica, como ya ha hecho con otras normas, agarrándose a que generaría un conflicto competencial con el Estado. La formacion de Barcina llegó a afirmar en el debate que la sanidad nunca ha sido «universal y gratuita».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo