La reducción del número de accidentes en 2012 se mantiene en todas las categorías: sin baja, leves, graves y mortales. En ese año fueron 82.687 (46.884 sin baja, 35.496 leves, 246 graves y 61 mortales), 6.949 menos que los ocurridos en 2011, año en el que los trabajadores muertos fueron 81.

En una rueda de prensa ayer en Donostia, los dirigentes de LAB Ibon Zubiela (secretario de Salud Laboral) y Oihan Ostolaza (de Políticas de Empleo) se encargaron de tumbar cualquier aspecto positivo de estas cifras, al explicar que son consecuencia, fundamentalmente, del aumento del desempleo. Otro dato a tener en cuenta, según el informe de la central, es que en las estadísticas de accidentes no figuran ni los trabajadores autónomos, ni las empleadas de hogar de «la economía sumergida», ni los empleados que han sufrido el accidente en Euskal Herria pero que trabajan para una empresa de fuera.

Desde el sindicato LAB se considera una prueba de la gravedad de la situación el dato aportado por el Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL), según el cual en 2012 el número de accidentes laborales en proporción al número de trabajadores en activo ha subido un 5% en la Industria y un 22% en la Construcción, precisamente este último ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis con mayor aumento de desempleo.

Otro aspecto que destaca LAB en su balance es el dato de Inspección de Trabajo en su informe publicado a finales de 2012 -aunque se refiere a 2011-, que afirma que las mutuas «cada vez infravaloran más la gravedad de los accidentes, calificando la mayoría de leves cuando en la inspección se constata que son de más entidad». Asimismo, Inspección de Trabajo hace referencia a empresas que no tramitan partes de accidentes «por lo que las mutuas los califican como accidentes sin baja».

Enfermedades profesionales

Uno de los apartados que LAB considera de especial gravedad en el balance de la siniestralidad es el descenso en las declaraciones de enfermedades profesionales. En este sentido, la central afirma que en la Unión Europea por cada muerte en accidente la boral están reconocidas otras 18 derivadas de enfermedades profesionales, «sin embargo en Euskal Herria este parámetro es inverso».

La explicación que ofrece LAB está en la «ocultación de datos» y pone como ejemplo la muerte en los últimos cinco años de 97 trabajadores con enfermedades derivadas de haber mantenido contacto con el amianto, «pero dichas muertes no están en las estadísticas oficiales, porque no se quiere conocer la verdad, no se quiere afrontar la realidad».

LAB llega a la conclusión de que la situación real de la seguridad y la salud en las empresas «no ha mejorado en absoluto y que la precariedad laboral también en 2012 es una realidad inaceptable».