María Dolores Ruiz y Ascensión Notario, afectadas por los recortes en la Obra Social de BBK, demandaron ayer a las puertas de donde se celebró la Comisión de la Obra Social en Bilbo que «si Kutxabank insiste en mantener cerrado el hogar del jubilado de Mamariga vamos a cancelar nuestras cuentas. Toda la vida hemos sido usuarias de BBK, pero consideramos que es incomprensible esta decisión».

Afirmaron que «seguro que les molesta que estemos aquí, pero solo demandamos algo que es necesario para quienes hemos utilizado ese servicio y nos daba vida. Ellos, con sus corbatonas y poltronas, que piensen lo que quieran», denunciaron.

El debate de la comisión no trascendió, dado que todavía debe pasar por la comisión ejecutiva y después se aprobará en la asamblea general de la caja, que se espera que se realice en la primera quincena de abril.

Sin embargo, se sabe que la intención de la Obra Social de BBK es reducir una media del 49,6% del presupuesto inicial, aunque hay algunas partidas que caen hasta en un 80% en programas sociales.

María Dolores Ruiz y Ascensión Notario constataron esos recortes «incomprensibles» porque «somos usuarias de los hogares de jubilados, concretamente de Mamariga, en Santurtzi, municipio en el que había hasta tres hogares. Resulta que ahora nos los han cerrado, de los tres hogares solo queda uno en servicio». Explicaron que empezaron con los recortes y posteriormente llegaron los cierres de centros, también en Muskiz, en barrios de Bilbo, o en Galdakao, entre otros.