Eszenika, el anunciado viaje de ningún sitio a ninguna parte
Aunque la medida se hizo pública el pasado 12 de febrero y tiene su origen en una decisión judicial referida a las contrataciones, la tantas veces anunciada escuela superior de artes escénicas de la CAV, Eszenika, queda en el limbo de las irreflexivas políticas culturales partidistas.Alvaro HILARIO | BILBO
Como informaba GARA en su edición de ayer, el boletín oficial de la CAV anunció el pasado martes, 12 de febrero, la resolución tomada el 23 de octubre de 2012 y por la cual «se hace público el desistimiento del procedimiento para la contratación de la redacción de proyectos básico y de ejecución, proyecto de actividad, proyecto de fin de obra, así como la ejecución de las obras» dirigidas a la construcción del Centro Superior de Arte Dramático, Danza y Escenotécnicas, Eszenika.
Este «desistimiento» tiene su origen en una resolución del Órgano Administrativo de Recursos Contractuales de la CAV en respuesta a un recurso interpuesto por el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro y que no considera acreditado el «carácter excepcional» de las contrataciones.
Isabel Celaá presentó en junio de 2010 el proyecto para la creación de Eszenika que, físicamente, habría de ubicarse en un sótano, propiedad de Lakua, situado bajo las instalaciones de la EITB en Bilbo y que abriría sus puertas en el curso 2012-2013.
El Gobierno autonómico anunció las licitaciones públicas y adjudicaciones en el Boletín Oficial del Estado el 28 de mayo de 2012, con prisas y revestido de un carácter urgente ya que el partido en el Gobierno, el PSE, presumía un inminente fin de la legislatura, quedando incumplida otra promesa electoral.
Proyecto nacido muerto
Carlos Gil, crítico teatral y colaborador de GARA opina que «es necesaria una escuela superior de arte dramático, pero hay que madurar mucho mucho el proyecto y que este no sea una promesa electoral más».
Son muchas las trabas que ya, desde un primer momento impiden el nacimiento de Eszenika: «Cuando estamos en recesión, nadie programa y las compañías echan la persiana, cuando no hay presupuesto ni previsiones, es imposible que esto siga adelante; creo que nadie lo quiere hacer. Hay también un problema técnico irresoluble: la incapacidad que tendría Eszenika para dar grados, títulos: Madrid y Europa deben dar luz verde antes de nada».
La cuestión idiomática es también importante: «He preguntado muchas veces en qué idioma se quieren dar las clases. Si es en español, que vayan a Madrid a estudiar. En los centros de Galicia y Barcelona se imparten clases en gallego y catalán».
Añade también Carlos Gil que el local elegido no era válido: «Santiago Burutxaga y otros han estado mareando la perdiz, buscando un local imposible e, imagino, cobrando dietas o algún sueldito; no se puede hacer una escuela superior de teatro en un sótano sin luz, digan lo que digan».
A su juicio, una solución es potenciar las escuelas de teatro vascas ya existentes, algo «más barato y eficaz que montar una estructura inviable».
Gazte Abertzaleak denuncia
Para la organización juvenil de EA, a Lakua no le interesaban unas «artes escénicas `made in Euskadi'». Opinan que «cerrar las puertas a Eszenika es cortar las alas al arte escénico vasco».
Añaden que «a día de hoy, los y las artista jóvenes de Euskal Herria no disponen de los medios necesarios para la formación y experimentación escénica en euskara». Terminan el comunicado emplazando al PNV «a que vuelva a poner en marcha este proyecto» y que no sea «uno más de sus recortes».