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Sexto partido sin ganar a los levantinos

Jugar media hora contra diez con el Levante no fue ventaja

La Real volvió a quedarse en superioridad numérica por octavo partido consecutivo, pero los azulgranas se encerraron y no dieron opciones. Vela y Míchel marcaron los dos goles en penaltis inexistentes.

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REAL SOCIEDAD 1

UNIÓN DEP. LEVANTE 1

 

Joseba ITURRIA

La Real volvió a estrellarse contra el muro de cemento armado que se encuentra cada vez que se enfrenta al Levante, con la diferencia de que ayer todavía fue más impermeable. Al quedarse con diez concentró a todos sus jugadores en la frontal del área y con su buen hacer, su experiencia, su envergadura y la permisibilidad de Hernández Hernández para perder el tiempo se defendió sin problemas y consiguió sumar el punto que buscó.

La Real se quedó por octavo encuentro consecutivo con uno más por la expulsión de un rival, pero eso contra el Levante, lejos de ser una ventaja, se convirtió en un inconveniente. La forma de jugar de los levantinos con once ya resulta bastante indigesta para un equipo que necesita espacios para hacer su fútbol como el blanquiazul.

Pero al quedarse con diez, Juan Ignacio Martínez colocó dos líneas de cuatro muy juntas al borde del área y selló con silicona todo el área para que los blanquiazules solo tuvieran la opción de enviar balones aéreos ante los que los centrales y medios centros del Levante se imponían con claridad.

Por eso los blanquiazules evitaban lanzar los catorce saques de esquina de manera directa, pero daba igual. Si los realistas no centraban desde el banderín lo tenían que hacer desde cualquier otro sitio porque nunca veían fisuras en un rival plagado de jugadores que se caracterizan por los pocos fallos que cometen. Así en media hora de superioridad apenas se pudo contabilizar una opción de Pardo, que no llegó a rematar bien.

 

La clave del partido

Por eso la Real no dejó de ganar el partido en la media hora de superioridad numérica, sino en su incapacidad para hacer valer la ventaja que le regaló Hernández Hernández al pitar un penalti inexistente provocado por Vela con su arte de esconder el balón para que sus rivales solo encuentren sus piernas y las tarjetas amarillas. Así ha influido en cinco expulsiones, ha provocado cuatro penaltis, ha dado cinco asistencias y ha metido diez goles. Menudos datos...

Y la Real no supo aprovechar ese regalo que recibió cuando no había creado ninguna ocasión porque hubo un movimiento táctico de Montanier que resultó perjudicial para su equipo. Como en tres de los cuatro partidos jugados contra el Levante, decidió jugar sin una referencia clara y apostó por Vela para causar problemas con su movilidad a jugadores como Ballesteros. Así llegó la jugada del penalti, pero jugar con él en el centro y Chory Castro y Griezmann en las dos bandas provoca un problema mayor para la Real porque ninguno de los dos zurdos juega bien en la derecha.

Para no castigar a ninguno en demasía, los alternó. Empezó Chory Castro y luego pasó al uruguayo a la banda derecha en un movimiento que resultó letal para la Real porque no defendió bien a Chris y en una de esas acciones en las que le superó llegó la jugada del penalti.

En esa acción la Real dejó de ganar el encuentro, aunque lo cierto es que los minutos que siguieron al empate fueron los mejores de la Real, en los que movió bien el balón y tuvo sus dos oportunidades más claras en centros con la izquierda desde la derecha de Carlos Martínez. En el primero el mexicano cabeceó mal y en el segundo a Griezmann le faltaron unos centímetros para enviar el balón a la portería de Keylor Navas.

 

Ejercicio de impotencia

El segundo tiempo comenzó igual, con superioridad realista, aunque la mejor ocasión fue un remate de Míchel que golpeó en el larguero tras tocar el balón ligeramente Bravo. Griezmann, en una falta, y Chory Castro tuvieron dos buenos remates antes de que el partido terminara con la expulsión de Nikos.

El griego cometió la torpeza de ir al suelo en una acción sobre Chory Castro que no tenía ningún peligro, pero paradójicamente su expulsión perjudicó más a la Real, que si ya tiene problemas para jugar contra equipos como el Levante, se sumergió en un ejercicio de impotencia en media hora.

Montanier retiró a Markel para buscar más claridad con Pardo, retiró a Prieto y Chory para tener en el campo a sus mejores rematadores, pero el Levante es una maquina de defender bien y cuando renuncia a atacar esa habilidad se refuerza. Porque no es fácil defender tan bien y el mérito es mayor porque cada año sustituye media plantilla, Martínez cambió seis jugadores -los cuatro defensas- con respecto a la alineación que comenzó el jueves contra el Olympiacos en la Europa League y se compenetraron como si toda la vida hubieran jugado juntos.

Además los laterales realistas abrieron menos el campo que en otros partidos jugados en superioridad. De la Bella estuvo especialmente mal cuando ha sido una de las mejores soluciones ante estas situaciones y, por mucho que se buscara entrar con el balón en el área a ras de suelo para no enviar centros aéreos desde las bandas, siempre había jugadores azulgranas que cortaban todos los caminos.

Así se vivió la última media hora. Fue indignante que Hernández Hernández, para culminar su pésima actuación, solo añadiera tres minutos cuando los cambios ya obligaban a dar dos y medio. Pero la sensación fue que si llega a dar diez lo único que hubiera hecho es alargar la agonía que representa para la Real intentar jugar a fútbol contra un equipo que se basa en impedir a sus rivales hacerlo. Y con diez, más todavía.

 

Montanier: «La expulsión no fue ninguna ayuda, jugamos mejor once contra once»

Philippe Montanier dijo tras el partido que «la expulsión no fue ninguna ayuda para nosotros. Hemos jugado mejor once contra once, cuando están en inferioridad saben jugar muy bien, muy juntos. Es más complicado jugar contra diez que contra once porque el Levante está muy cómodo atrás y tras la expulsión pusieron dos líneas juntas en el área y fue más difícil para nosotros para tener espacios para crear ocasiones. Fallamos en calidad técnica, en chispa, en ritmo. No fue un buen partido nuestro».

Se lamentaba por «tener la ventaja y dar la posibilidad de empatar. Fue una pena porque lo más duro era marcar el primer gol. Después dominamos, pero sin grandes acciones combinativas para hacer la diferencia en el área».

Le preguntaron por el puesto que podía ocupar la Real tras el partido y el derbi y reiteró que «por el momento no es una obsesión entrar en Europa ahora o la clasificación. Queríamos tener 39 puntos tras este partido y es una pena, pero seguimos invictos y es importante porque cada punto es precioso y vamos a mantener la buena marcha».

Juan Ignacio Martínez, técnico del Levante, señaló que «fuera de casa nos estaba costando y empatamos con tanta adversidad, sabiendo el potencial de la Real, que juega un fútbol sensacional en el aspecto ofensivo. Es merecedor de estar en Europa League. Hemos cerrado el potencial y las muchísimas alternativas de la Real en el aspecto ofensivo. Me parece un buen equipo, de lo mejor que hay en la Liga».

J. ITURRIA

Ningún día de descanso antes del derbi

Montanier comunicó ayer un plan de la semana del derbi del viernes (21.30-Marca TV) en San Mamés que no contempla ningún día de descanso. Hoy los titulares de ayer se ejercitarán a las doce y los demás a las once, mañana (cerrado) y el miércoles desde las 11.00 y el jueves a las 16.00 (cerrado).

200 entradas se ponen a la venta mañana en Anoeta

Mañana se pondrán a la venta en la taquilla número 6 de Anoeta 200 entradas para el derbi del viernes. 150 a 38 euros y 50 a 70. La taquilla abrirá a las 9.00 hasta agotar las localidades. El Athletic ha enviado otras 400 entradas a la Real, de las que 200 se han destinado a las peñas y 200 a compromisos del club. Mañana solo se podrá presentar una tarjeta de socio por persona y tendrá acceso a un máximo de dos localidades.

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