Billete de metro para un viaje a ninguna parte
PNV y EH Bildu sumaron ayer sus votos para rescindir los contratos de la pasante de Euskotren por el centro de Donostia y priorizar la mejora de la red ferroviaria existente, mediante obras de desdobla- miento de la línea, nuevas estaciones y accesibilidad de las existentes, y dar así una respuesta sostenible a las necesidades de movilidad con un servicio de transporte público e intermodal. Las reacciones interesadas que azuzan un supuesto agravio frente a una Bizkaia que «todo lo acapara» y grandes dosis de demagogia no se hicieron esperar por parte del PP y PSE. El PNV de Gipuzkoa, por su parte - gran defensor de proyectos «a lo grande», convertidos en señuelo electoral, que son caros, muy caros y son sufragados a golpe de pagarés a largo, muy largo plazo-, se vio obligado a hacer un ejercicio de equilibrio imposible.
Atrás quedó la bonanza económica que permitía sortear los números rojos de infraestructuras de dudosa utilidad social que ahora amenazan servicios sociales básicos. Pero los nuevos imperativos económicos no pueden postergar un debate necesario, con posturas razonadas y capacidad de discernir entre lo básico y esencial y lo faraónico e insostenible. Un debate riguroso sobre el modelo de desarrollo que establezca prioridades, genere sinergias entre territorios y responda al interés de la gente. No encararlo es un billete sin vuelta de un viaje a ninguna parte.