Los cuatro detectives de la agencia Método 3 detenidos el lunes por haber grabado la reunión entre la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y la examante del hijo mayor de Jordi Pujol, Victoria Álvarez, fueron puestos ayer en libertad con cargos después de prestar declaración ante la jueza.

Una declaración en la que, según informaron los abogados, al menos dos de los detenidos -el último director de la agencia y un trabajador- habrían insinuado que el encargo para realizar labores de espionaje podría haber venido desde el mismo entorno de la propia Sánchez-Camacho.

Un extremo que el PP niega tajantemente pero que, de confirmarse, daría un giro de 180 grados al caso y situaría a la sucursal catalana de la derecha española en el centro de la trama.

La Fiscalía no había pedido el ingreso en prisión preventiva de ningún detenido.