proceso de paz y normalización
Un foro social vasco aspira a dar nuevo impulso al proceso
Bilbo e Iruñea lo acogerán los días 14 y 15 de marzo, con la implicación de la sociedad civil y el respaldo de expertos internacionales en resolución de conflictos. Los promotores se muestran convencidos de que «hacen falta nuevas ideas» y la sociedad es clave para «encontrar soluciones».
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Diversos agentes vascos, en colaboración con entidades internacionales, están empeñados en fomentar la participación de la sociedad civil en el impulso del proceso de paz. Transcurridos ya 16 meses de Aiete y el fin de la actividad armada de ETA, y 9 desde la legalización de Sortu, estiman que hay otros aspectos en los que «no hay avances o son demasiado débiles».
Ante esa coyuntura, la plataforma social de Ipar Euskal Herria Bake Bidea y Lokarri han organizado para el 14 y 15 de marzo en el Baluarte de Iruñea y el bilbaino Teatro Campos un Foro Social. Estiman, y así lo mencionaron Peio Dufau y Paul Ríos ayer en su presentación pública, que «hacen falta personas y entidades plurales dispuestas a comprometerse y dar pasos valientes» para avanzar, entre otros asuntos, en la definición de una agenda de desarme y reintegración de las personas presas y huidas; establecer garantías para todos los derechos humanos y libertades democráticas; y analizar cómo afrontar el pasado y poner las bases para la convivencia.
A esa tarea se han sumado jóvenes de distintas sensibilidades políticas, la red de mujeres Ahotsak, la Fundación Etikarte y la Cátedra Unesco de Ciudadanía, Convivencia y Pluralismo. Además, disponen del respaldo de la Fundació per la Pau de Catalunya, la británica Conciliation Resources, la alemana Berghof Foundation y el Grupo Internacional de Contacto (GIC).
Dufau y Ríos subrayaron que esa colaboración entre muy diversos agentes vascos e internacionales busca ofrecer un cauce para la participación ciudadana y para impulsar el proceso de paz. «Hacen falta nuevas ideas. La participación de la sociedad, junto a la experiencia de expertos internacionales -destacaron-, permitirá encontrar las soluciones que ayuden a consolidar el proceso de paz». Incidieron en la implicación de fuera del país, ya que «su experiencia y conocimientos podrán ayudar a encontrar soluciones y superar los obstáculos».
Antes de la celebración del Foro, desde ayer ha quedado abierta la inscripción y se ha difundido también a través de la web forosocialpaz.org un cuestionario con sus ejes centrales, para que los interesados vayan haciendo llegar sus aportaciones. Las cuestiones que se plantean son qué importancia tiene el desarme, la reintegración de las personas represaliadas o la garantía de los derechos humanos en el proceso de paz, sin obviar cómo afrontar el pasado y poner en marcha un proceso de reconciliación.
Parafraseando al pastor protestante Harold Good, testigo en el desarme del IRA, Dufau y Ríos dijeron que «cada sociedad debe hacer su propio viaje hacia la paz. Este Foro Social quiere dar protagonismo a la ciudadanía, para que todos nosotros y nosotras podamos hacer una aportación importante para consolidar el proceso y avanzar en nuestro propio camino hacia una paz justa y duradera».
En representación de ocho organizaciones juveniles, Mireia Zarate (EGI) declaró que creen que tienen «mucho que aportar a este nuevo tiempo», con el que están ilusionados a pesar de los retos, apuntando que pueden ser la última generación de jóvenes que conozca de lleno el conflicto y sus consecuencias.
Por Ahotsak, Jone Goirizelaia señaló que «nos parece fundamental la participación de las mujeres, ya que se habla mucho de nosotras, pero tenemos pocos foros en los que podamos dar verdaderamente nuestra opinión, y tenemos mucho que decir».
Patxi Meabe, de Etikarte, profundizó en el concepto de paz y verdad. «La justicia no es justicia si no se basa en la verdad», declaró este miembro de la Iglesia, abundando en que si no se afronta, se puede reproducir el conflicto en forma de tragedia.
En nombre de la ONG independiente alemana Berghof Foundation, Vanessa Prinz explicó que su papel es «ayudar a los diferentes actores del proceso para lograr la paz». Desde su experiencia, consideró «crucial» la participación de la sociedad en todo proceso de paz, «tal y como se ha demostrado en otros procesos en diferentes puntos del mundo», ya que su aportación «puede llegar a abrir avenidas al diálogo».
El día después de que los expertos de la Comisión Internacional de Verificación certificaran la voluntad de ETA y animaran a todas las partes a dar pasos y hacerlo pronto, los gobiernos español y francés respondieron con un nuevo portazo en forma de detenciones. Esta vez se trata del donostiarra Oier Ibarguren Sarasola y de Montxo Arkaitz Varea (natural de Antsoain), según la identificación dada por fuentes de la lucha anti-ETA tras corregir una primera información.
La versión oficial afirma que el doble arresto se materializó después de constatar que la reunión a la que supuestamente acudían se había suspendido, ya que estarían siendo seguidos con anterioridad. Lo realmente constatable es que la operación se produce tres días después de la relevante declaración de ETA en París y apenas unas horas después del último y concluyente informe de los verificadores. Por cierto, el Ministerio de Interior español difundió que cree que ambos se dedicaban a la custodia de armas de la organización.
En el caso de Ibarguren, se explica que figuraba en la lista de miembros de ETA más buscados por la Guardia Civil desde junio de 2011, después de que su pista se hubiera perdido tras haber sido excarcelado bajo fianza en noviembre de 2010. Estuvo en prisión por militancia en la organización juvenil Segi. La misma imputación se dirigía contra Varea, a quien se declara huido desde 2010.
La Policía afirma que al menos uno de ellos llevaba pistola, como suele ser habitual en ETA. Añade que conducían un coche robado con matrícula falsa. La detención tuvo lugar en la localidad de Moulins, perteneciente al departamento de Allier, en la región de Auvernia, casi en el centro geográfico del Estado francés.
La redada fue criticada por la portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu, que la situó como un nuevo ejemplo de una «actitud de política de guerra» que, a su juicio, «está totalmente fuera de lugar».
En un comunicado, Ugarteburu ligó estas detenciones con los dos acontecimientos citados de esta semana. Contrastó la reseñada «actitud de guerra» con la declaración de París, que «deja patente la voluntad y el compromiso de ETA», así como con «la actitud positiva y constructiva» de la Comisión Internacional de Verificación.
Ugarteburu criticó también al PNV por su reacción tras la declaración de los representantes de ETA juzgados en París y acusó al lehendakari, Iñigo Urkullu, de «alinearse con enemigos de la paz».
