Jesus Valencia Educador social
Memoria viva del 3 de marzo
La Asociación 3 de Marzo lleva muchos años exigiendo responsabilidades y avivando la memoria. Cumple así el mandato de aquella esquela redactada al apuro: «Tened un recuerdo vivo para vuestros compañeros muertos»
Dos hechos diferentes han reavivado la memoria de aquella fecha. Amparo Lasheras presentó el pasa- do noviembre su libro «3 de marzo 1976». Un mes más tarde, los curas del barrio donde tuvo lugar la tragedia retiraron dos paneles recordatorios que la Asociación 3 de Marzo había colocado en la valla exterior del recinto parroquial.
Esta actuación (¿qué instancia que tomó la decisión?) ha suscitado malestar y debate. Los presbíteros difundieron un texto con sus argumentos; discutible relato de parte en el que no voy a entrar. El alegato aportaba algunas razones y omitía la principal: no quieren que la valla soporte la denuncia pública y permanente de una masacre impune. ¡Cómo ha cambiado el clero! Los actuales rectores están lejos de aquellos que abrieron las puertas del templo a las asambleas obreras. Muchos clérigos alaveses denunciaron el terrorismo de estado en un gesto que contrasta con la complicidad jerárquica de entonces y de ahora. La parroquia de San Francisco se convirtió en lugar de asilo para los miles de trabajadores amenazados ¿No fue aquella una de las páginas más evangélicas que escribió la parroquia?
El aporte de Amparo Lasheras está en las antípodas de esta «limpieza memorística». El compromiso diario, según reconoce ella, ha desarrollado su sensibilidad humana y su madurez política: «Se madura mirando de frente a la sociedad y al pueblo que nos ha tocado vivir; descubriendo injusticias y atropellos; arrancando del ideario elegido la decisión de trabajar sin rendirse por aquello en lo que se cree». Escribe apasionadamente sobre los trágicos sucesos que vivió desde dentro. Cree en la fuerza de las palabras que se gestan en la lucha y que son parte de ella: «Las palabras permanecen imborrables en la memoria colectiva». Su libro es un ejercicio de lucha ideológica para reivindicar la memoria de quienes murieron reclamando una sociedad justa y unos pueblos libres. Un borboteo de vivencias y de convicciones personales. Ambas profundamente ricas y absolutamente actuales: el salto de la indig- nación espontánea a la rebeldía justa, el proceso revolucionario que vivieron y protagonizaron las mujeres, la fuerza de un pueblo que creyó en sus potencialidades, la persistencia tenaz y osada de la verdad, el debate como germen de conciencia, la autoridad moral de los dignos frente a la prepotencia de los autoritarios o el servilismo de los cobardes...
Esta tarde tendrá lugar en la Casa de Cultura de Gasteiz un sugestivo coloquio sobre el alcance de aquellos hechos. La Asociación 3 de Marzo, promotora de la iniciativa, lleva muchos años exigiendo responsabilidades y avivando la memoria de lo que entonces sucedió. Cumple así el mandato de aquella esquela redactada al apuro: «Tened un recuerdo vivo para vuestros compañeros muertos».