He llegado a la conclusión de que «La Sexta noche» es un nuevo espacio de simulacro de debate político de la derecha española. A peso, lo máximo que parecen sentados en los sillones es algún elemento excéntrico del centro-derecha, es decir, algún satélite del cadavérico Pérez Rubalcaba. El resto, droga dura de lo más granado de la prensa ultra, con un Francisco Maruhenda, director de La Razón, presente en todos los debates del canal que advirtió de manera muy amenazadora que él era el director del periódico mencionado, cuyo dueño es el mismo del canal dónde se estaban dando vueltas al asunto Urdangarin, con la única intención de dejar claro que el suegro no tenía nada que ver. O sea, campaña para salvar a la monarquía trincona.

Cuando uno ve enfrentarse en el plató al citado Maruhenda con Eduardo Inda, no le puede entrar nada más que risa, porque pertenecen a la misma camada ideológica, y quizás lo que escenifican es, como mucho, un enfrentamiento entre medios, es decir, ver quién tiene más influencia, nada más. Están de acuerdo absolutamente en todo, los matices son, como mucho, sobre el tamaño de la rojigualda en su jardín. O acaso, qué reminiscencias de sus dudas juveniles cuando escuchaban a los delgados estudiantiles con argumentaciones marxistas les queda. Nada más, su pensamiento es profundamente similar y de la ultra derecha española. El pasado sábado se incorporaron nuevos tertulianos, todos del mismo sesgo, y sucedió algo muy curioso: entró en directo la Delegada del Gobierno en Madrid, la jefa de los maderos y las porras, la señora Cristina Cifuentes que tuvo una interpretación magistral ante las cámaras. Casi parecía que ella misma había convocado las manifestaciones, porque todo había transcurrido de manera ideal, oiga, a excepción de los alborotadores de siempre que habían causado altercados. Recalcaba que nada tenían que ver con la manifestación. Qué discurso democrático más bueno. Cuarenta detenidos nada menos, pero como Iñaki López está acostumbrado a la televisión de pueblo le convocó a participar en el programa, y ella, encantada, irá el sábado próximo a la cita a ciegas. Está en campaña para ser ministra. Ojo al dato.