CETIM, Centre Europe-Tiers Monde, es una ONG que está reconocida como entidad consultiva general ante la ONU, al igual que Giza Eskubideen Behatokia. Según informó ayer esta última organización, la ONG francesa ha presentado ante la ONU una declaración en la que denuncia los efectos de la dispersión y la doctrina 197/2006 sobre los presos vascos y sus familiares y amigos, así como la negativa a excarcelar a quienes están enfermos.

CETEM recuerda a la ONU que cada visita supone una media de 1.300 kilómetros entre ida y vuelta debido a la dispersión, con el coste que ello supone y el riesgo para la integridad física. Incluye también en su declaración el listado de los presos con enfermedades graves e incurables que debieran estar en libertad. Y recuerda que la doctrina de alargamiento de condenas ha sido rechazada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en primera instancia por unanimidad, pese a lo cual el Estado español sigue aplicándola.

Esta ONG añade que tanto Madrid como París han ratificado la mayoría de los instrumentos internacionales de protección de derechos humanos y se encuentran por tanto obligados a cumplir las obligaciones adquiridas. Por lo tanto, se les reclama que corrijan estas situaciones y arreglen igualmente el abuso en la prisión preventiva, puesto que en algunos casos se extiende hasta el plazo final de cuatro años de cárcel.

Herrira, con Dinamarca

En este mismo contexto de denuncia internacional de la política carcelaria, representantes de la plataforma Herrira se reunieron ayer en Errenteria con el cónsul de Dinamarca en Gipuzkoa para subrayar «la importancia de la implicación de la comunidad internacional en la construcción de la paz definitiva». Entregaron un informe que incidía en las consecuencias de la doctrina 197/2006.

En relación a esta cuestión, Ezker Batua afirmó ayer que participará junto a Herrira en una concentración convocada mañana en Bilbo a las 11.30. El objetivo será rechazar esta práctica que Madrid sigue intentando perpetuar pese a la decisión europea. Ezker Batua explica que lo considera «una cuestión ética más que política».

Por otro lado, ayer se concentraron 90 personas frente al Teatro Arriaga de Bilbo en defensa de los derechos de los presos vascos.