Una enferma terminal pide al TS irlandés que le permita la eutanasia
GARA | DUBLÍN
Tras más de 25 años en silla de ruedas, la irlandesa Marie Fleming, en estado terminal con esclerosis múltiple, reclamó ayer al Tribunal Supremo de Dublín, que inició la revisión de su recurso de apelación, que autorice su suicidio asistido para evitar una muerte «dolorosa, humillante y angustiosa».
La demandante, una exprofesora universitaria de 59 años, apeló al Supremo después de que un tribunal inferior le denegase en enero el derecho a que su marido le ayude a quitarse la vida.
En Irlanda, el suicidio asistido está prohibido y castigado con un máximo de 14 años de cárcel para quien «ayude, instigue, o aconseje».
El abogado de Fleming recordó que a su clienta le quedan «entre meses y dos años de vida» y pide que le dejen «morir en paz y cuando ella decida».