El opositor tunecino Chukri Belid, muerto en atentado, fue víctima de un grupo salafista, según anunciaron ayer las autoridades, que precisaron que el supuesto autor del ataque está identificado pero huido, aunque cuatro cómplices se encuentran detenidos.

«El asesino ha sido identificado y está siendo perseguido», declaró el ministro del Interior, Ali Larayedh. «Los otros cuatro sospechosos han sido arrestados. Pertenecen a una corriente religiosa radical, son de nacionalidad tunecina», añadió Larayedh, en referencia al movimiento salafista. Según el ministro, que será el encargado de formar el próximo gobierno tunecino en calidad de primer ministro, los cómplices llevaron a cabo la reconstrucción de esta acción, que ha sumido a Túnez en una profunda crisis política. Uno de ellos, «reconoció haber acompañado al asesino» el 6 de febrero, el día del atentado.

Según fuentes policiales el detenido al que en un principio se identificó como el autor del atentado, es el hombre que le ayudó a huir en una motocicleta. Sin embargo, el ministro no reveló sus identidades ni dio cuenta de ninguna orden contra algún grupo en concreto. La viuda del opositor, Besma Khalfaoui, destacó, sobre todo que desea que el autor de la muerte sea identificado y apuntó a »la responsabilidad política» de Ennahda, el partido islamista en el poder.

Por otra parte, Larayedh siguió adelante con la preparación del nuevo Gobierno. Recibió a los dirigentes del Partido Republicano (oposición laica) tras haberse reunido la víspera con Beji Caid Essebsi, ex primer ministro post revolucionario y líder del movimiento opositor Nidaa Tounes.