Raimundo Fitero
Error
Óscar López (otro López), repitió hasta la saciedad la palabra error para pedir disculpas, exculparse, mostrar sus vergüenzas sobre el caso Ponferrada. ¿Fue un error? Cuando asegura que le «cegó» la posibilidad de ver al ex-alcalde acosador fuera de la política está justificándose. Dice exactamente que «visto lo visto es un error». Su discurso es exacto al de la nueva estrella mediática en que se ha convertido Samuel Folgueral, que llega a abrir el telediario nocturno de Antena 3 del lunes, el que presenta Matías Prats y que le hace una entrevista que nos descubre a un periodista incisivo, con un único objetivo final, conocer si Pérez Rubalcaba sabía algo. ¿Hace falta preguntarlo?
La narración de Samuel Folgueral es lineal. Se decidió en el ayuntamiento, posteriormente en la sede local, se pasó a la regional, de allí a la provincial hasta tener el visto bueno de la federal. Es decir era una jugada del PSOE, de arriba a abajo, y no un desliz de un hombre agobiado, que se ha auto-excluido como portavoz, este López tiene muy poco futuro. Al igual que los que intenta proteger, la señora Valenciano y el enterrador. Eso, por lo tanto, no se trata de un error, sino de un desvarío político. Una paso más hacia el suicidio político. Y la actitud del PP y sus palmeros en las tertulias un acto de cinismo monumental. Pero así está el patio, con Jesulín y Falete en la piscina.
Y de nuevo nos colocamos ante lo obvio, un político reconociendo su error, es un acto tan increíble, como un obispo casando a dos personas del mismo género. Sabemos que esas siete veces que dice error, está diciendo, «vale, me como el marrón pero como me machaquéis mucho, hablo y la liamos». Es un error dicho con la boca pequeña, un acto inservible, una retórica. Lo mismo que ese error artístico, político, democrático que vuelve a meter la pata en las redes. Toni Cantó no sabe qué hacer, se aburre comiendo gambas con Rosa, y se dedica a cometer errores encadenados dando por buenas y actuales noticias de hace varios quinquenios de manera infamante. Y pensar que este tipo puede tener algún día responsabilidades de gobierno en algún lugar de la tierra nos hace temblar.