Proyecto de presupuestos de la CAV
Lakua hace pagar al «gasto social» el 62,85% de la caída de su presupuesto
De los 1.132,5 millones menos que el Gobierno de Lakua ha presupuestado este año con respecto a 2012, 711,5 millones corresponden al gasto que el propio Ejecutivo define como «social». Es decir, la mayor parte del recorte, un 62,58%, se produce en los Departamentos de Educación, Sanidad y Protección Social, aunque proporcionalmente caigan menos que otros.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El lehendakari, Iñigo Urkullu, definió el proyecto presentado ayer como «un presupuesto social». En los últimos días, el objetivo del Ejecutivo autonómico y sus aledaños -llegando algunos diarios a ofrecer datos falsos- ha sido fijar la idea de que este es el Gobierno que ha destinado una proporción más alta del presupuesto al gasto social.
Si se miran las cuentas como quiere el Gabinete de Urkullu, fijándose solo en los porcentajes, es así. El 73,9% del presupuesto se dedica a lo que denomina «gasto social», mientras que en 2012 la proporción fue del 72,7%. Pero ¿qué supone esto en dinero efectivo? Pues que este año se destinarán a «gasto social» 711,5 millones de euros menos que el año pasado. En 2012 se presupuestaron 7.596,5 millones para estas partidas, y este año 6.885 millones.
En 2013 el presupuesto de ha visto notablemente reducido por la caída de la recaudación y por el límite de déficit del 0,7% impuesto por Madrid y aceptado por Lakua. Se había venido hablando de 1.200 millones menos. Pero gracias, entre otras cosas, a la venta de acciones de algunas sociedades públicas, esa caída ha quedado finalmente en 1.132,5 millones de euros.
Pues bien, de esa reducción de 1.132,5 millones de euros, nada menos que 711,5 corresponden al denominado «gasto social». Es decir, el 62,85% del recorte sufrido recae directamente sobre el «gasto social».
Con estos números, es difícil sostener -como el consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, insistía durante la rueda de prensa- que el gasto social ha crecido en estos presupuestos.
El discurso gubernamental se fundamenta, como se lee en el discurso del lehendakari, en que «queremos garantizar los servicios esenciales», «el modelo público y universal de sanidad», «el modelo público y universal de educación» y los servicios básico. Y, con tono grave, Iñigo Urkullu afirmó que «mantener esos servicios esenciales por un lado, requiere asumir sacrificios por otro. Lo reconocemos. Es cierto».
Esto podría dar a entender que existe un enorme desfase entre el recorte general y uno mucho menor aplicado al «gasto social». Sin embargo, los datos señalan que si el presupuesto total se ha visto reducido un 10,8% este año, el del «gasto social» no está muy lejos y se sitúa en el 9,36%.
Caídas en todas las consejerías
Como ya adelantó este diario el pasado 28 de febrero, las reducciones afectan a todos los departamentos, pero de manera muy notable a Desarrollo Económico, Empleo y Políticas Sociales, Medio Ambiente y Política Territorial, y al área de Cultura y Política Lingüística. Todos ellos en torno al 20% o por encima.
Cabe señalar que en el caso de Desarrollo Económico y Competitividad, ha habido una corrección con respecto a las cifras que el Departamento de Hacienda adelantó a los partidos, y no cae un 33%, sino un 25,4%.
El Gobierno no ha ofrecido todavía detalles sobre cómo se reparten los recortes dentro de cada departamento. Solo ha dado algunos avances como que «en el ámbito educativo, la aportación ordinaria a la UPV-EHU, de 261,4 millones de euros, se ve mermada en un 6,9%; la financiación del Consorcio Haurreskolak, por valor de 40,5 millones, cae un 10%; y la de los conciertos educativos, con 557,3 millones de euros, un 1%».
Además, no se afrontarán nuevas inversiones y otras se verán «reprogramadas o reorientadas». Se trata de la «construcción de nueva vivienda, el Metro de Donostialdea, el Hospital de Eibar, el tranvía y el soterramiento en Gasteiz, el centro de Biocruces o la línea 3 del Metro de Bilbao».
El Gobierno destaca que no va a tocar la partida destinada a la Renta de Garantía de Ingresos y las Ayudas de Emergencia Social, que en realidad son derechos subjetivos y cuyo presupuesto siempre es ampliable para garantizar los pagos.
«No voy a discutir el déficit»
La disminución de los recursos viene marcada por la caída de recaudación y por los límites que el Gobierno español ha puesto al déficit que pueden tener las comunidades autónomas, sea cual sea su nivel de salud presupuestaria.
Entre las propuestas para poder ir dando soluciones a esas situación, están la de afrontar una reforma fiscal profunda. ELA recordaba ayer en una nota que «la presión fiscal es muy inferior a la media europea (7 puntos, que significan 4.400 millones de euros menos de recaudación)».
EH Bildu, por su parte, ha propuesto adoptar en la CAV «un acuerdo unilateral que suponga una revisión» de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y de ese tope de déficit.
El lehendakari fue tajante ayer cuando afirmó que «no me voy a poner a debatir si ése debe ser el límite de déficit, si debe ser mayor o menor. Es un debate estéril para lo que nos concierne, que es la elaboración de los presupuestos 2013. El déficit no es una cuestión de elección o voluntad política en estos momentos. Es una limitación legal».
De esta forma, la capacidad de endeundamiento para este año queda limitada a 872,8 millones de euros, frente a los 1.207,8 del pasado ejercicio. Ayer mismo, el Consejo de Gobierno aprobó una emisión de deuda pública de 265,9 millones de euros, que se suma a la de 220 que se lanzó en enero. Por tanto, en el primer trimestre ya se prevé un endeudamiento de 485,9 millones de euros. Iñigo Urkullu aseguró que no se sobrepasará el límite fijado y que ese endeudamiento nunca se utilizará para «gasto corriente», que es lo que reprochaba al Gobierno de López.
Además, Ricardo Gatzagaetxebarria desveló que ya ha remitido al Parlamento el «informe-auditoría» realizado por la empresa Attest que viene a ratificar los datos sobre deuda y compromisos adquiridos por el Ejecutivo del PSE, que ya eran públicos y conocidos. Según ha comprobado GARA, dicho informe ha costado 19.965 euros.
El Gobierno de Urkullu se lamenta de que se haya encontrado con 1.526 millones de euros de gasto comprometido para 2013, una gran cifra para un presupuesto que asciende a 9.316 millones de euros.
Convocados por numerosas organizaciones sindicales, sociales y estudiantiles, cientos de personas se manifestaron ayer en Gasteiz, concentrándose finalmente ante Lehendakaritza, donde en esos momentos el Consejo de Gobierno aprobaba un proyecto de presupuestos que, según denunciaron, supone «un nuevo paso a la hora de recortar los derechos sociales y laborales». Entre los convocantes había organizaciones no gubernamentales, trabajadores en paro, pensionistas, grupos feministas y otros colectivos, además de los sindicatos ELA, LAB, ESK, Stee-Eilas, EHNE, Hiru, CGT y CNT. Loas manifestantes no solo protestaron por los recortes, sino que reclamaron un nuevo modelo económico y social. Representantes de estos sindicatos y de las organizaciones sociales llamaron a participar en la manifestación convocada para el próximo sábado en Bilbo, en protesta por los recortes y en favor del empleo. GARA
Preguntado por cómo valoraba que el Consejo de Administración de EITB no haya aprobado los primeros presupuestos presentados por el nuevo equipo directivo (aunque estaban redactados para cuando llegó), el lehendakari, Iñigo Urkullu, se limitó a decir que «no es la primera vez que sucede. No es novedad». Destacó que «hay que tener en cuenta el requisito de los dos tercios». Pese a todo, añadió que la decisión del Consejo de Administración «no es óbice para que el presupuesto siga adelante».
En la votación resultó llamativa la posición del PSE, que tras pactar la elección de la directora general, Maite Iturbe, después se abstuvo. Fuentes de este partido señalan que no hay que dar trascendencia política al hecho, ni verlo como un anticipo de lo que puede ocurrir con las cuentas de la CAV. La abstención se debió a que no habían participado en la elaboración y a que la decisión del Consejo no tenía consecuencias prácticas.
EH Bildu, por su parte, señaló que la votación vino a reflejar en la práctica que «el PNV fracasa al no aprobar el presupuesto de EITB y demuestra que carece de proyecto porque su pacto con el PSE se limitó al reparto de cargos». I.I.
El lehendakari en persona asumió ayer la presentación de los presupuestos. Iñigo Urkullu dijo que en situaciones «graves y difíciles, la sociedad debe recibir las explicaciones directamente de sus representantes políticos». Y en realidad habló como si se tratase de un discurso televisado y no de una rueda de prensa.
Esta claro que la estrategia del Gobierno es reforzar la idea de la gravedad del momento actual. Urkullu volvió a insistir ayer en que esta es la situación más dura en 30 años. Puestos ya todos al borde del abismo, el lehendakari asegura que el proyecto presentado es la única tabla de salvación posible. «Quiero asegurar a la sociedad vasca -dijo- que este presupuesto es necesario. Inevitable diría». La promesa de futuro es que «pasaremos este difícil 2013 y buscaremos la luz en 2014». Es decir, la crisis es tremenda y esta es la única salida abierta. ¿De qué depende ahora que todo salga bien? Según explicó Urkullu, «de la labor y responsabilidad de los grupos parlamentarios que decidirán si quieren que haya o no presupuestos, o si hay alternativa a los mismos». En opinión del lehendakari, «este es un Presupuesto social que, a mi modo de ver, no tiene alternativa».
La estrategia de ennegrecer el panorama y poner en el tejado de la oposición la pelota no parece haber hecho mella en los grupos a tenor de sus primeras reacciones. EH Bildu y el PSE coincidieron en calificar de preocupantes las cuentas de Lakua.
EH Bildu acusó al PNV de elaborar unos presupuestos restrictivos que ni responden a la actual situación de emergencia ni sirven para reactivar la economía. La coalición llamó la atención sobre el descenso de inversión en gasto social, «el que más sufre los recortes».
El PSE, por su parte, criticó al PNV que hasta ahora ha rechazado actuar sobre los ingresos y ahora lo único que hace es ajustar el gasto al déficit establecido.
Entre tanto, el PP sigue tendiendo la mano a Lakua. Su portavoz parlamentaria, Arantza Quiroga, pidió al PNV que se deje ayudar, sea «consciente de su situación de minoría», y se hagan unas cuentas para «afrontar la crisis y no para apuntalar proyectos soberanistas». I.I.
Con notable discreción y bien entrada la tarde, la Mesa del Parlamento de Gasteiz anunciaba escuetamente dentro de una nota más amplia que «en relación con la actual normativa relativa a las dietas y el análisis comparado de las normas relativas a las dietas de otras instituciones, la Mesa acuerda que en el caso de los parlamentarios se aplique el sistema de gastos justificados y el régimen aplicado a los consejeros del Gobierno Vasco».
Esto supone que EH Bildu ha propiciado un cambio de un sistema que venía aplicándose desde 1991 y que, en la práctica, daba lugar a jugosos sobresueldos por participar en viajes oficiales. Hasta ahora, además de tener pagado el desplazamiento y la estancia, los parlamentarios cobraba una dieta de manutención de 117 euros al día en el Estado español y 162 euros fuera, aunque los organizadores de la visita se hicieran cargo de las comidas. Se han dado casos como que tras una visita de una semana a Argentina con todos los gastos pagados se cobraran además 1.100 euros en dietas.
EH Bildu anunció en campaña que intentaría acabar con esto. Cuando lo propuso, la Mesa encargó un informe técnico. Y, a la vista de los datos, el Parlamento acepta que en lugar de dietas se paguen los gastos justificados.
El vicepresidente primero y parlamentario de EH Bildu, Juanjo Agirrezabala, valoró positivamente la decisión de la Mesa porque «supone acabar con un sobresueldo y es un paso adelante para mejorar la transparencia acerca de la utilización de los fondos públicos». Lamentó, no obstante, que los demás grupos no hayan aceptado fijar un límite de gasto. La coalición proponía aplicar el tope de los funcionarios del Gobierno, pero se ha optado por transportar el régimen de los consejeros, que no tienen límite pero deben justificar su gasto. I.I.