«The Guardian» relata la ejecución masiva de los aparecidos en el río Quweik
GARA | LONDRES
Una investigación del diario británico «The Guardian» en torno a la aparición de 110 cadáveres de civiles ejecutados en el río Quweik a su paso por la localidad siria de Alepo en enero ha revelado que todos ellos desaparecieron en puestos de control de Gobierno y recoge las declaraciones de algunos familiares de los fallecidos, que apuntan a las fuerzas de seguridad como responsables.
En un artículo firmado por el periodista Martin Chulov, que informa desde el interior de Siria desde hace meses, el diario apunta que todos los fallecidos residían en el lado este de la ciudad, bajo control rebelde en el momento de los hechos, y que, según el relato de sus familiares, habían estado en el lado oeste, bajo control de las fuerzas de seguridad, o intentaban llegar allí a través de los puestos de control levantados por las mismas.
En las prisiones
«The Guardian» entrevistó también a dos hombres que fueron arrestados en dichos puestos pero posteriormente liberados. «Ambos aseguraron que el asesinato en masa tuvo lugar en las prisiones en las que estuvieron encerrados», más concretamente el edificio de Inteligencia Militar y el edificio de Inteligencia de las Fuerzas Aéreas.
En base a las declaraciones recabadas por el rotativo, las ejecuciones tuvieron lugar en un parque situado unos cuatro kilómetros río arriba del punto en el que fueron recuperados los cadáveres.
Este parque divide la ciudad en dos partes y está ubicado cerca de la estación de trenes y del barrio de Ashrafiyeh, controlado por fuerzas kurdas. Al parecer, los cadáveres fueron lanzados a las aguas del Quweik en un momento de fuerte caudal, lo que permitió que los cuerpos fueran arrastrados río abajo.
Tras la localización de los cadáveres, el Gobierno acusó al Frente al Nusra -grupo yihadista con vínculos con Al Qaeda- de la ejecución de los civiles.