El preso Peio Olano, vecino de Lizartza, abandonó ayer sobre las cuatro de la tarde la prisión de Murcia, una vez abonada la fianza fijada.

Familiares y amigos se desplazaron hasta la ciudad mediterránea para tributarle un primer recibimiento y acompañarle en su viaje de retorno a Euskal Herria. Según indicó «Hitza», se aguardaba su llegada sobre la una de la madrugada.

Peio Olano cumplió el pasado enero tres años encarcelado. Fue detenido a comienzos de 2010, acusado de formar parte de un comando de ETA. Queda ahora pendiente de juicio.

Movilizaciones

Un centenar de personas se concentró en Bilbo, ante el teatro Arriaga, en defensa de los derechos de los presos. En Sarriguren se reunieron veinte.